LA DICTADURA CUBANA SE OBSESIONA CON EL TURISMO
La dictadura cubana se obsesiona con el turismo y dedicó en 2023 un presupuesto 26 veces mayor que los de educación, salud y agricultura juntos.
La dictadura castrista está obsesionada con el turismo, y su dedicación casi exclusiva a la “industria sin humo” a partir de los años noventa del pasado siglo, la ha llevado a descuidar por completo otros sectores económicos, y también sociales, humanitarios. Las propias cifras hechas públicas por instituciones del régimen como la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), confirman esta absurda tozudez, que llevó al Estado a invertir un presupuesto mayor en un 533% que la sumatoria de las partidas autorizadas para la educación, la salud y la agricultura.
El castrismo, que nunca ofrece ningún reporte público del uso del presupuesto estatal, que es una mera propiedad privada de la cúpula gobernante, dedicó 32 371 200 de pesos cubanos a fomentar la deprimida industria turística, irrecuperable en los tiempos pos pandémicos. Esta cifra representa el 35% del total de 96 622 000 ejecutado el pasado año para todos los sectores del país.
Entretanto, el régimen solo destinó a la agricultura, un sector económico crítico, 2 996 700 CUP: 11 veces menos que al turismo. A la sanidad pública apenas autorizó una partida total de 1 770 800 CUP: 18 veces menos que el presupuesto del turismo. Y para la educación, el pseudo parlamento castrista aprobó 1 339 400 pesos: 24 veces menor que la crifra destinada a los hoteles semi vacíos y llenos de cucarachas que pasan por 5 Estrellas.
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En este 2024, la dictadura vuelve a fijarse la meta de recibir 3 200 000 de turistas, muchos provenientes de Rusia, nación con la que el castrismo persiste en coquetear, sin conseguir su gran objetivo de retornar al estado parasitario en que Cuba estaba en los años 80 de la extinta URSS.
Estas cifras tan ambiciosas solo han sido hasta ahora posibles en las mentes febriles y nonagenarias de Raúl Castro y su pandilla de generales y descendientes “vivebien”, pues desde el fin relativamente oficial de la pandemia, los montos reales no han alcanzado los 2 000 000. Y cada vez son peores las referencias que circulan a escala internacional de la infraestructura turística de la isla.
Además, esta desmedida dedicación al turismo, sin que se palpen las ganancias en la cotidianidad del cubano, indican una vez más el desinterés del régimen por su pueblo, al que siempre ha visto como mano de obra esclava, como sirvientes sumisos y en última instancia, como lastres. El castrismo solo existe para sí mismo, para su casta de privilegiados.
