CUBAHEAL Y ECOCUBA PRO COMERCIAN CON LA SALUD EN UNA CUBA SIN MEDICINAS PARA LOS CUBANOS

CubaHeal y EcoCuba Pro comercian con la salud en una Cuba sin medicinas para los cubanos. Las compañías canadienses  CubaHeal y EcoCuba ofertan variados programas de tratamientos médicos, formación en diversas especialidades técnicas y profesionales para la salud, y turismo para la tercera edad, en instalaciones cubanas como la Clínica Central “Cira García”, el Centro Nacional de Retinosis Pigmentaria, el Centro Internacional de Salud “La Pradera”, y el Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN), por tarifas “alrededor del 40 y el 60 por ciento menos costosas” que en los países de origen de sus potenciales clientes, según refieren en sus webs oficiales.

Cuba atraviesa una crisis política, social y económica que prácticamente no tiene comparación con épocas anteriores de la historia nacional conocida. A las carestías de casi todos los recursos imprescindibles para vivir que sufre casi el 90 por ciento de la población, se suma un sistema de salud inefectivo, desprovisto de los medicamentos más elementales, con policlínicos y hospitales ruinosos, con parques de ambulancias escasos y sin combustible. 

Pero CubaHeal ofrece un “amplio rango de servicios médicos” en instalaciones que afirman “son algunos de los centros más avanzados del mundo”, en los que aguardan equipos de expertos en todos los campos, y un servicio de hostelería que garantizan una estancia en Cuba sin estrés y confortable.

Programas de desarrollo y rehabilitación infantil, de ginecología e infertilidad, de tratamiento de la diabetes y el “pie diabético”, de tratamiento de  restauración neurológica autoinmune, de medicina interna, de tratamiento dermatológico, otorrinolaringológico, oncológico, cardiológico, de cirugía general, y rehabilización de adicciones, son solo algunas de las ofertas. 

 “Cuba se enorgullece de ofrecer atención médica de las más alta calidad sin las largas esperas que asolan a otros países. El tratamiento en Cuba puede comenzar en tan solo tres semanas”, garantiza la compañía, y no deja de aclarar su “apoyo leal” a la “Revolución cubana” y su “liderazgo revolucionario”.

Las largas esperas y las muertes por dolencias tratables son dos de las principales constantes de la medicina “gratis” que el régimen ofrece al pueblo. Las denuncias de negligencias médicas, de maltratos, de recogidas retardadas de ambulancias y de fallecimientos por falta de medicina o mala atención, ocurren con frecuencia casi semanal.

EcoCuba Pro, que se anuncia como “compañía hermana” de CubaHeal ofrece una amplia gama de programas para los visitantes de la tercera edad necesitados de cuidados especializados, con tarifa mínima semanal de 3764.00 dólares canadienses (que equivalen a unos 2754.00 dólares estadounidenses) en el Centro Internacional de Salud “La Pradera”, ubicada en el privilegiado Reparto Siboney, en el municipio habanero de Playa.

Estas ofertas no solo abordan “las necesidades de alojamiento y entretenimiento del residente, sino también la calidad de salud y de vida”, con un “enfoque holístico de las terapias del cuerpo, la mente y el espíritu”, con el concurso de “especialistas con altos valores éticos y humanísticos”. 

Sus programas garantizan tratamientos personalizados a partir de un diagnóstico minucioso de cada cliente, con el cuidado de enfermeras las 24 horas del día, los 7 días de la semana, la proporción de todos los medios de higiene, la satisfacción de todos los requerimientos dietéticos, servicios de masaje, clases de Taichí y gimnasio disponible, enseñanza del español, restaurantes “a la carta” y viajes a Varadero (Matanzas) y Viñales (Pinar del Río), servicio de internet. 

CubaHeal también oferta al mundo una gran gama de estudios médicos, que abarca las carreras profesionales de Medicina, Estomatología, Enfermería y Psicología para la Salud, y especializaciones en tecnologías de la salud en Bioanálisis clínico, Higiene y epidemiología, Imagenología médica y radiación física, Desórdenes del lenguaje y la escucha, Nutrición, Optometría y óptica, Salud y rehabilitación, y Sistemas de información para la Salud.

Los ingresos que percibe el régimen cubano por estos conceptos son desconocidos, como gran parte de todas sus finanzas. Tampoco se conoce nada de sus destinos finales, los que evidentemente no consideran al pueblo cubano ni su cada vez más mermada “canasta básica”. Mucho menos sus servicios de salud casi nulos. 

Las empresas canadienses comercian con un Estado dictatorial, haciendo caso omiso a las necesidades impostergables de una ciudadanía dejada a su suerte, que se cura con los medicamentos que logra comprar en el mercado negro a precios muchas veces impagables, y traficando favores con especialistas y enfermeros para obtener tratamientos un poco más priorizados en los hospitales del país.

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