FERNANDO, PIANISTA DE GUANABACOA CON DISCAPACIDAD MENTAL, RECIBE UN PIANO COMO MUESTRA DE SOLIDARIDAD
Fernando, pianista de Guanabacoa con discapacidad mental, recibe un piano como muestra de solidaridad. La solidaridad y generosidad de la comunidad cubana se manifestaron de manera conmovedora el viernes 19 de enero, cuando se unieron para regalar un piano a Fernando, un residente de Guanabacoa con discapacidad mental y un destacado talento musical.
Conocido ahora como “El Príncipe del Piano en Cuba”, la historia de Fernando capturó los corazones de la gente después de que se difundieran videos en los que interpretaba magistralmente piezas como el Ave María.
El influencer de Facebook, Memesterio, fue fundamental en la organización de esta noble causa. En pocas horas, gracias al esfuerzo conjunto de la comunidad, se logró conseguir un piano en El Cotorro.
Además, se gestionó la búsqueda de un camión para transportar el instrumento a la residencia de Fernando.
Emocionantemente, el propio Fernando acompañó el piano durante su viaje, ofreciendo un recital improvisado a aquellos que contribuyeron con su donación.
La historia de Fernando, inicialmente divulgada por Sor Ariagna Brito Rodríguez, resaltó no solo su habilidad pianística excepcional, sino también el impacto positivo que tenía en la comunidad.
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Para Fernando, tocar el piano va más allá de un simple talento; es un medio para “limpiar el alma de los problemas”.
En un gesto aún más conmovedor, el exboxeador Lino Tomasen, reconocido como el “Hombre de Hierro Cubano”, visitó a Fernando este viernes.
Tomasen no solo llevó dinero, sino también ropa, zapatos y tabacos. Conmovido por la situación de Fernando, expresó su deseo de tocar en un lugar público.
Este sueño aparentemente lejano se hizo realidad gracias a la rápida respuesta y apoyo de la comunidad en línea.
La historia de Fernando y su nuevo piano es un testimonio poderoso del impacto positivo que puede tener la conexión humana y cómo las redes sociales pueden servir como un puente para lograr acciones significativas y conmovedoras.
En última instancia, este acto de solidaridad destaca la fuerza y unidad de la comunidad cubana, tanto en la isla como en el extranjero, al respaldar y apreciar a sus talentos locales.
La historia de Fernando es un recordatorio inspirador del poder transformador de la compasión y la colaboración.
