LUMINARIAS, MONEDA NACIONAL Y CERCADOS: EL ARTE POLÍTICO DEL JOVEN CUBANO DAYÁN MELIÁN CASTRO

Luminarias, Moneda Nacional y Cercados: El arte político del joven cubano Dayán Melián Castro. El joven artista autodidacta Dayán Melián Castro hace crónica sobre la ardua cotidianidad de Cuba en series de obras gráficas que “expone” permanentemente en su perfil de Instagram, dada la nula posibilidad de colgarlas en alguna galería o centro cultural de la isla, propiedades de las instituciones oficiales del régimen.

Las colecciones tituladas Luminarias, Moneda Nacional y Cercados, abarcan respectivamente algunas de las penas más dolorosas que padece la sociedad cubana: los apagones, la devaluación extrema del CUP y la total falta de libertad de expresión y acción. Todo esto es expresado desde un agudo dominio de la síntesis gráfica, que provee a sus obras de la efectividad comunicativa de un cartel, sin abandonar la profundidad de pensamiento de alguien que sufre su realidad y convierte este dolor en lucidez creativa.

Melián Castro tributa a la gran tradición de la cartelística cubana que se remonta a los años sesenta, que siempre se ha caracterizado por construir significados muy complejos con unos pocos elementos visuales. 

Luminarias está dedicada a la interminable crisis energética que ha llenado de oscuridad las casas de la mayoría de los cubanos, y toma al cocuyo como motivo y eje de su discurso. El cocuyo se transforma en bombillo, ventilador, gorro frigio, fósforos, y hasta en la propia isla de Cuba. El artista aprovecha la dualidad que presentan esos insectos, que son a la vez luz y sombra, para expresar la precariedad eléctrica. 

Los cuerpos opacos devoran la luminosidad de los bombillos y quiebran las aspas de los ventiladores, inutilizándolos en su tarea de aliviar el calor eterno de la isla con su leve brisa mecánica. Se convierten en plaga que devora los cuerpos y al país mismo.

Moneda Nacional, por su parte, ofrece una mirada más irónica (pero no menos amarga) sobre el abismo en que el régimen precipitó al CUP a inicios de 2021, cuando desató el gran desorden de la Tarea Ordenamiento. Melián Castro se apropia de la muy conocida iconografía de los billetes y las monedas cubanas, los convierte en zombis, cadáveres corrompidos hasta el puro hueso, en muros derruidos y en lápidas que conmemoran sus propias muertes.

Se evidencia en varias de las piezas una fuerte pero orgánica influencia del culto mexicano a los muertos y sus expresiones pictóricas, aunque en Moneda Nacional no hay alegría ni celebración. Todos los días de Cuba son días de los muertos, son días muertos. Tener CUP en el bolsillo es como guardar hojas secas y podridas.

En la más reciente serie, Cercados, Dayán transforma en jaulas distintivos monumentos e inmuebles de La Habana. El faro del Morro, el Malecón, el Capitolio, la torre de la Plaza de la Revolución, comúnmente empleados en la publicidad turística que insiste en vender a Cuba y su capital como un paraíso caribeño de gran belleza y alegría, cuando es todo lo contrario.

Otros símbolos patrióticos como el gorro frigio que corona al escudo nacional, el Tocororo y el propio José Martí, son encerrados en unas jaulas que bien pudieran simbolizar el secuestro del que han sido víctimas por parte del régimen creado por Fidel Castro. Nada fuera de la Revolución, todo dentro de este monstruoso proceso. Solo los Castro y sus leales tienen derecho a hablar de patriotismo, a escudarse en el pensamiento martiano para cometer sus desmanes y fechorías.

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