MINISTRO DE ECONOMÍA, ALEJANDRO GIL, DICE QUE “LA VIDA ES DURA” PERO “LA ÚNICA SALIDA A LOS PROBLEMAS ES LA REVOLUCIÓN”
Ministro de economía, Alejandro Gil, dice que “la vida es dura” pero “la única salida a los problemas es la revolución”. Durante la transmisión de la Mesa Redonda ayer miércoles 27 de septiembre, el Ministro de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Gil Fernández, dijo que “la vida es dura” pero “la única salida a los problemas es la revolución”.
Gil reconoció la dureza de la vida en Cuba, incluyendo la escasez de alimentos, apagones prolongados y problemas de transporte. Afirmó que a pesar de estos desafíos, el gobierno trabaja arduamente para mantener la confianza del pueblo.
Uno de los principales problemas mencionados fue la crisis energética, que llevará a una intensificación de los apagones en octubre debido a la escasez de combustible. Además, se señaló que el gobierno carece de créditos para comprar alimentos básicos importados, lo que afecta a la población.
Gil explicó que el cien por ciento de la canasta básica en Cuba es importada y que han hecho esfuerzos para garantizar productos como la leche, el pan, el café y el arroz, aunque hubo retrasos en las entregas y aumentos en los precios internacionales de alimentos. No se mencionaron otros alimentos como el aceite, los frijoles, el azúcar y el pollo.
El funcionario destacó la importancia de la leche para los niños y reconoció problemas en su disponibilidad, atribuyéndolos a dificultades con el combustible para el transporte. También se refirió al pan, indicando que su producción requiere grandes cantidades de harina y trigo importado.
Gil aseguró que tienen arroz para la venta normada en octubre, aunque su distribución puede retrasarse debido a demoras en la llegada de barcos. Señaló que están trabajando bajo presión para mantener la leche y el pan, priorizando el combustible necesario para ello.
En cuanto al combustible, se mencionó que hay un nivel reducido que tendrá un impacto real en la economía. El gobierno está planificando su uso de manera más racional en las próximas dos semanas, con medidas de ahorro energético dirigidas a áreas clave como la agricultura, la salud y el turismo. También se espera una disminución de actividades no urgentes y un impacto en el transporte público.
Sin embargo, se destacó que Cuba no está en una situación de “cero combustibles” y que se gestionará la contingencia de manera coherente para hacerla más manejable.
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