ALINA BÁRBARA LÓPEZ HERNÁNDEZ ACUSA AL GENERAL ALEJANDRO CASTRO ESPÍN POR INTIMIDAR A LA CIUDADANÍA CUBANA
Alina Bárbara López Hernández acusa al general Alejandro Castro Espín por intimidar a la ciudadanía cubana. En la víspera del juicio que el régimen le celebrará por el presunto delito de “desobediencia”, la intelectual cubana Alina Bárbara López Hernández acusó “a los órganos de Seguridad del Estado, específicamente al General de Brigada del Ministerio del Interior Alejandro Castro Espín, Director de Inteligencia y Contrainteligencia de los Servicios de Seguridad del Estado y Secretario de Defensa y Seguridad Nacional de la República de Cuba, como máximos responsables de los atropellos e ilegalidades que se cometen diariamente en mi país contra una ciudadanía indefensa a la que impiden el ejercicio de sus derechos”.
El post titulado “Yo acuso”, fue publicado en su perfil de Facebook a raíz de la redada que los órganos represivos del régimen han desplegado “contra numerosas personas a las que han citado a estaciones de la policía, amenazando y colocando agentes fuera de sus viviendas con el fin de que no puedan salir de ellas”, para evitar que acudan mañana al Tribunal Municipal de Matanzas a mostrar su apoyo a López Hernández.
“Este atropello ha sido contra ciudadanos decentes que no han violado ley alguna. Han llegado al punto de incautar carnets de identidad y chantajearlos con que si salen sin ellos los detendrán por estar indocumentados. Dejar a ciudadanos indocumentados es un delito que puede ser denunciado en Fiscalía”, denunció la historiadora, editora, profesora y coordinadora de la plataforma cívica independiente CubaxCuba.
“Entre las personas amenazadas hay hombres y mujeres, jóvenes y menos jóvenes, universitarios y trabajadores, blancos y negros; católicos, masones, un ortodoxo y otros sin creencias religiosas; heterosexuales y representantes de la comunidad LGBTI; personas de ideas socialistas y de otras preferencias políticas, en fin… un microcosmos representativo de la ciudadanía cubana”, explica en el post.
“A algunos le han dicho que yo ʽplanifico un desorden públicoʼ y que ellos ʽtienen el derecho de impedir que ocurraʼ”, refirió la intelectual, develando las dimensiones de la paranoia, miedo y autoritarismo del régimen dictatorial de La Habana. “Esto me hace recordar al teniente coronel de Seguridad del Estado Rogelio Cuesta Aragón, que el 14 de junio me dijo que tenían pruebas sobre mi participación en una conspiración financiada desde Estados Unidos para organizar y encabezar un golpe de Estado contra el gobierno cubano. Ese fue el mismo oficial que el 6 de septiembre tuvo la desvergüenza de ofrecerme un ʽcriterio de oportunidadʼ para no ir a juicio dada mi ʽescasa lesividad socialʼ, en lugar de ofrecer disculpas por sus calumnias.”
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