ALINA BÁRBARA LÓPEZ HERNÁNDEZ: HE SIDO CONDENADA POR UN DELITO Y AÚN IGNORO LO QUE DESEABAN CONVERSAR CONMIGO LA OFICIAL JEFA DE SECTOR Y “LOS COMPAÑEROS”.
Alina Bárbara López Hernández: He sido condenada por un delito y aún ignoro lo que deseaban conversar conmigo la oficial jefa de sector y “los compañeros”. La intelectual cubana Alina Bárbara López Hernández denunció que el proceso judicial al que ha sido sometida desde el pasado 14 de junio demuestra que “la declaración de Cuba como ʽEstado socialista de derecho y justicia socialʼ —interpretada de forma muy peculiar por la clase política que nos gobierna—, es en verdad una falacia, y convencernos de la necesidad de transformar esta situación”.
En una publicación difundida en su perfil de Facebook, la historiadora, editora y profesora que fue juzgada el martes 28 de noviembre en el Tribunal Municipal de Matanzas y declarada culpable del presunto delito de “desobediencia”, detalló pormenores del proceso en el que la fiscal Guadalupe Borrego realmente realizó un juicio político, sin evidencias.
Además, delató las escandalosas incoherencias en las declaraciones brindadas por la oficial que le llevó a su casa, el 13 de junio, la citación para una entrevista a la que López Hernández se negó a ir por no esclarecer los motivos de la cita. Esta oficial, no identificada, fue la única testigo llevada por la fiscalía.
“Ella reconoció haber sido tratada con respeto y también dijo que pregunté por el motivo de la citación, que indagué si existía alguna causa penal, denuncia o investigación en que yo fuera mencionada como testigo o imputada, y que respondió en aquel momento que no tenía conocimiento sobre ello”, refiere Alina Bárbara, y subraya que cuando su “abogada le preguntó ante qué persona yo debía presentarme para ser entrevistada el 13 de junio y la oficial respondió que ante ella. Entonces, la abogada solicitó a la jueza la lectura de la primera declaración de la oficial (que fue la que originó la denuncia), y de unas posteriores declaraciones ampliadas, pues existían contradicciones”.
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Resulta que “en la declaración inicial la oficial había expresado que yo debía comparecer a entrevista con los ʽcompañeros de Seguridad del Estadoʼ; en tanto en las declaraciones ampliadas dijo que yo sería entrevistada por ella. Leídas ambas, se le pidió aclarar la contradicción. La testigo titubeó de manera evidente y afirmó que era ante ella y ante ʽotros compañerosʼ”, algo que en un país con verdaderas leyes conllevaría una sanción por perjurio.
Cuando la abogada defensora pidió a la oficial “esclarecer cuál era el fin ʽo causalʼ que motivó emitir esa cédula de citación, ya que si ella era la oficial que debía entrevistarme, por lógica debía conocer las razones de tal diligencia”, esta “respondió que no las conocía. La letrada de la defensa preguntó entonces si tras cinco meses y diez días de la citación ella tenía conocimiento de las razones que motivaron la misma y la oficial admitió no conocerlas. La expresión de molestia en el rostro de la fiscal era notoria ante el intercambio.”
Finalmente, aunque Alina Bárbara López Hernández fue sentenciada, nunca se esclareció “la causa de la citación del 13 de junio. He sido condenada por un delito y aún ignoro lo que deseaban conversar conmigo la oficial jefa de sector y ʽlos compañerosʼ. Peor aún, ellos tampoco parecen saberlo. Es la duda infinita.”
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