AVIONES DE AEROFLOT DESPEGAN DE VARADERO CON MILITARES REGULARES CUBANOS HACIA RUSIA
Tropas cubanas están siendo trasladadas al frente ruso en Ucrania para engrosar sus fuerzas invasoras bajo la apariencia de turistas que viajan desde Varadero a Moscú, según pruebas aportadas por fuentes anónimas al programa A Fondo, conducido por Juan Manuel Cao para América TeVé, quien exhibió varias fotos de soldados rasos cubanos muy jóvenes y oficiales de mayor edad uniformados con los colores de la Federación Rusa.
Acorde un mensaje remitido al programa y revelado durante una de sus emisiones, los pasajeros de los aviones de Aeroflot que están despegando cada jueves y sábado del Aeropuerto Internacional “Juan Gualberto Gómez” del conocido polo turístico cubano hacia el aeropuerto moscovita de Sheremetevo, “no son cubanos que viven en Rusia”, sino militares que ya suman cada mes entre seis mil y siete mil efectivos. Según la oficialista agencia de noticias Prensa Latina, un tercer vuelo comenzará a operar los martes a partir de este 5 de septiembre.
La flota rusa emplea aeronaves de la marca Airbus, con una capacidad de entre 220 y 250 pasajeros, como los que se aprecian en las fotos exhibidas por Cao, en unas de las cuales se aprecia un cubano vestido con el uniforme decorado con la bandera de la Federación, que recibe a otro, aun vestido de civil.
En una segunda imagen se divisa a un oficial cubano, igualmente uniformado, posando junto a un monumento propagandístico ruso en forma de estrella de cinco puntas, decorado con los colores de la bandera de la nación gobernada por Vladímir Putin desde el año 2000. Otras fotos muestran a numerosos jóvenes, con apariencia casi adolescente, en presumibles campos de entrenamiento o en el propio frente.
La incorporación de cubanos al ejército ruso que invade Ucrania es noticia casi diaria, sobre todo desde que se reveló el caso de Andorf Antoio Velázquez García y Alex Rolando Vega Díaz, ambos de 19 años, quienes pidieron ayuda desde Rusia, donde claman estar retenidos contra sus voluntades. Los jóvenes fueron reclutados para ejecutar labores de construcción, pero una vez en el país, corren peligro de ser enviados como “carne de cañón” a la primera línea.
