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CARTA 20 A MIGUEL DÍAZ-CANEL POR: LEOPOLDO ÁVILA JR.

CARTA 20 A MIGUEL DÍAZ-CANEL POR: LEOPOLDO ÁVILA JR.
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Carta 20 a Miguel Díaz-Canel

Por: Leopoldo Ávila Jr.

Hermosa mañana para matar mipymes, ¿verdad? Ya tus fusileros barrigones deben tener en sus mirillas a todas las empresas privadas cubanas que no están lo suficientemente emparentadas con los Castros o con su corte, para ponerlas en la picota y despellejarlas sin piedad. Hasta que sus dueños se percaten que en Cuba no crece ni el moho mientras tus amos generales, tú y tus amigotes se aferren al poder. Y entonces se decidan por emigrar, para seguir vaciando la isla. Ahorita flota en el aire de tan vacía que se está quedando.

Es preferible recoger basura en Estados Unidos (o en Canadá, o en España, o en Uruguay) que tener una empresita que vende latas y galletas en Cuba. No tardan los matones de la mafia gubernamental en llegarse y pedir dinero a cambio de “protección”. Porque además, son unos atrevidos, al demostrar así como así, que un cubano con mínima libertad para hacer negocios triunfa más rápido que tu armatoste dictatorial, en el que solo sobran idiotas y mediocres, capaces de destruir ya no lo que tocan, sino lo que miran de reojo. Son más radiactivos que la bomba atómica.

Entonces hay que castigarlos por ser eficientes, y asfixiarlos por evidenciarlo a la luz del sol. El emperador está en cueros hace mucho rato pero aún masacra a quien se atreva a decirlo en voz alta. Porque en verdad, lo tuyo y tus socios es joder por pura envidia. Te lo voy a decir más lindo: lo de ustedes es negar la realidad aunque tengan que matar a todo el que se percate que están tan desfasados y fuera del mundo. 

No solo la historia, sino la realidad cotidiana, el “día a día”, el timbiriche con cuatro latas y dos paquetes de pan demuestra que no tienen nada que hacer en este mundo ni en esta época. Pero ustedes prefieren incinerar el mundo y asfixiar la época antes que aceptar que están extintos. Y vuelven con las mismas boberías. Ahora se trata de “corregir distorsiones”. O sea, corregirlos a ustedes, a los Castro. Corregir el error que entró a La Habana el 8 de enero de 1959. 


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Mejor buscarse una máquina del tiempo y empezar a rectificar los verdaderos errores que nos han traído hasta aquí. Yo me remontaría hasta el matrimonio de Lina Ruz y Ángel Castro. Evitaría que se casaran y que parieran esa prole infecta de barbudos, exceptuando a la pobre Juanita (E.P.D), la verdadera “oveja blanca” de su familia-rebaño de ovejas verdes y rojas. A ver cómo sería una Cuba en la que Fidel y Raúl Castro no existieran nunca. Quizás se alzaran otros dictadores, puede ser. Pero ninguno sería peor. Eso es seguro.

Si no llego tan lejos, evitaría que Eduardo Chivás se suicidara, y evitaría que el tonto de Batista le concediera la amnistía a los que tiraron tres tiritos en el Moncada. Claro, también le indicaría a Fidel cómo llegar al cuartel, bien derechito, para que se enfrentara a las balas junto con el resto que envió a matarse por él. Y sobre todo, trataría que José Antonio Echeverría y sus muchachos del Directorio salieran exitosos y vivos del asalto al Palacio Presidencial el 13 de marzo, para que evitaran la bajada fatídica del monstruo verde olivo de la Sierra Maestra. Que cuando llegara con sus tanquecitos y su argentino fusilador a la siniestra, se encontrara con un gobierno democrático de coalición, con la Constitución del 40 restituida. Y el PSP de cambia casaca como siempre, se arrimará a los vencedores.

En fin, diría que soñar no cuesta nada, pero cuando se trata de Cuba sí que cuesta. Tus esbirros encierran hasta por soñar con los ojos abiertos. Así estamos. Mientras, te entretienes jugando a la economía de guerra y a la corrección de distorsiones. Ahí, en tu corralito, bien tranquilo. Mientras los generalotes de 90 abriles (y más) siguen descoyuntando el país hasta convertirlo en un cacharro maloliente, de esos en los que se echa la comida para los cerdos.

Hasta más ver (ojalá que no)

Leo 

CARTA 19 A MIGUEL DÍAZ-CANEL POR: LEOPOLDO ÁVILA JR.

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