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CARTA 19 A MIGUEL DÍAZ-CANEL POR: LEOPOLDO ÁVILA JR.

CARTA 19 A MIGUEL DÍAZ-CANEL POR: LEOPOLDO ÁVILA JR.
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Carta 19 a Miguel Díaz-Canel

Por: Leopoldo Ávila Jr.

Hoy es el Día de los Santos Inocentes o Día de los Inocentes. O sea, no es el día para ti. Porque no eres inocente y tampoco eres ingenuo. No puedes declararte al margen del desastre en que se ha convertido el país, y tampoco puedes justificarte con que Fidel y Raúl te engañaron. Tú no viniste de cocinero, Miguelito. Tú tampoco te metiste en la carrera política de zonzo, porque en estas cosas no se asciende a fuerza de sinceridad e ingenuidad.

“Revolucionarios” honestos quedan pocos. Ya casi todos saben que Fidel convirtió su revolución en un gran Día de los Inocentes. Cada año que cumple el régimen es año de los inocentes, sin dudas. Cuba lleva así 65 inocentandas y contando.

Pues hay muchos inocentes, sí, pero son los que no son culpables por expresar su opinión libre y públicamente, son los que murieron ahogados junto al remolcador 13 de marzo, son los hijos de los combatientes “internacionalistas” que murieron en Angola para que tus jefes generalotes se forraran con diamantes, marfil, drogas, dólares…y luego se la jugaran al “inocentón” de Ochoa que pensó que era tan invulnerable como sus superiores. Esa fue quizás una de las peores bromas de Día de los Inocentes que jugaron los Castro.

Porque en Cuba, como te digo, siempre es el Día de los Inocentes. También recuerda esa otra broma cínica del Castro mayor cuando la Zafra de los 10 Millones se fue a bolina, y él se golpeó el pecho ante millones en la Plaza, y les dijo que si querían él renunciaba al poder. Qué sentido del humor más retorcido. Ese fue otro de los grandes días de los inocentes en Cuba. Hasta se creyeron que iba a renunciar de verdad. Ni muerto lo haría. Fíjate, que ya está bajo un pedruco y sigue riéndose de todos los cubanos. Esa fue su broma definitiva: morirse y seguir omnipresente, haciéndonos pensar que ya se fue definitivamente.

Hizo otra broma más, dejó al medio hermano vivo, y le regaló más años de vida. Raúl va alegremente para los 93 y contando. Cada día que respira es una broma de muy mal gusto para todos los inocentes que esperamos que acabe de irse para Oriente, a su tumba de faraón junto a su reina consorte Vilma I, la Espín-osa. Y no se va.

Sigue reapareciendo cuando todos piensan que está en las últimas, cuando comienzan a deslizarse rumores sobre enfermedades terminales, sobre estertores. Cuando la cosa parece que va de veras, resurge Raúl, rozagante, cada vez más incoherente, pero con una salud de hierro soviético. Listo para hacerle a Cuba otra broma bien desagradable, una inocentada apestosa: regresar a los tiempos de la neocolonia soviética, con serias aspiraciones a reditar la Crisis de los Misiles si es necesario. Quiere hacer todo lo que su medio hermano mayor le impidió hacer en su desaforada e insaciable sed de protagonismo. Y excitarse con la ilusión de ser una superpotencia militar de una vez, de que el futuro del mundo dependa de su voluntad, de su capricho verde olivo.

Fidel y Raúl son dos jugarretas muy feas que la Historia le hizo a Cuba, la peor broma del Día de los Inocentes. Y tú, Miguelito, eres solo una broma colateral, un chistecito de fin de semana, un cuento de jodedera hecho en medio de un fetecún bien alcohólico. Aunque hay que reconocer que no pocos “inocentes” creyeron que eras un Gorvachov tropical, que como eras civil y no llevabas sangre de Castro ibas a dar el timonazo necesario, que podías provocar un cambio aunque fuera despacito y sutil. Y el 11J las risas de Fidel y Raúl resonaron en toda la isla cuando diste la orden de apalear a los inocentes, de matarlos si era necesario.

Ese fue el único momento en que de verdad lograste ser una broma de calibre. Fue tu día, tu Día de los Inocentes, sin dudas. Aunque siempre como chiste, no como quien hace el chiste. Los Castro siempre se han reído de primeros y de últimos. Tú solo eres el sonido de sus carcajadas, el castañetear de sus dientes afilados. Eres su mal aliento…

Triste Día de los Inocentes para ti…

Leo

CARTA 18 A MIGUEL DÍAZ-CANEL POR: LEOPOLDO ÁVILA JR.

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Leopoldo Avila Jr.

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