CARTA 25 A MIGUEL DÍAZ-CANEL
Carta 25 a Miguel Díaz-Canel
Por: Leopoldo Ávila Jr.
En verdad tu soberbia de mayoral y la de tus amos nonagenarios es infinita. Esa sí que no escasea, pero tampoco se vende racionada por “la libreta” en las bodegas. Es de ustedes solos. Entregaron la lista ridícula esa a los EE.UU, a menos de un año de que Trump regrese a la Casa Blanca (porque va a regresar, así revivan al mismísimo Abraham Lincoln). Soberbios y desesperados que son. Locos porque se les tome en serio, y por ser en verdad continuidad de Fidel Castro, que pensaba que podía mandar en el mundo entero. Que todos tenían que postrarse ante sus botas y su barba de alambre de púas.
No les basta con expulsar multitudes de cubanos de la isla, de vaciarla de opositores. Ahora quieren que los exiliados se queden callados, les sigan temiendo. Peor, quieren que los extraditen, que regresen, pero directo a sus cárceles. ¿En verdad han considerado esto como un escenario plausible? ¿Están como Rezóplez, cuando viajaba en tren para encontrarse con un Elpidio Valdés apresado, y que no dormía de tanto imaginar torturas y tormentos? ¿Quieren insertar astillas encendidas bajo las uñas a Ota-Ola? ¿Ahorcar a todos los miembros de la Asamblea de la Resistencia Cubana? ¿Qué viene después: construir una Estrella de la Muerte revolucionaria? ¡No tienen sables de luz lo suficientemente largos para eso!
Me imagino que en la supuesta reunión con los americanos en Washington estos se la pasaron aguantando la risa para no acomplejarlos más, y luego archivarán el expediente donde le corresponde: los latones de basura de la Casa Blanca. O mejor, las trituradoras de papel de las oficinas del FBI. Como ya no parecen funcionarles las redes de espionaje, porque se las han desmantelado todas, entonces ahora quieren hacerse los legales. Tampoco es tan nuevo. Ya tu adorado Castro trató de trabajar codo a codo con los americanos y les regaló como muestra de buena voluntad la Red Avispa y sus 5 zánganos.
No le salió como esperaba, y los cubanos tuvieron que sufrir la tortura psicológica de las campañas por el regreso del mongo de Elián y del quinteto espión. Infinitas como una longaniza cósmica. Infestaron los televisores, las vidas. Borraron para siempre los muñequitos de las 6:00 de la tarde. Ese creo que fue su peor crimen. Sustituir ¡Me las pagarás! por el payaso de Randy, más feo y desagradable que Ferdinando. Y nada gracioso.
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Y no creo que ahora le funcione esta “rendidera” pretenciosa, este chantaje velado. Ese intento patético por ocultar la verdadera naturaleza terrorista y terrorífica del castrismo, que sobre todo ha aterrorizado a su propio pueblo. Lo ha asediado, reconcentrado, llevado al borde de la hambruna, le ha asesinado el futuro, le ha masacrado las esperanzas, los ha lanzado al mar peligroso desde las costas y playas. Los ha hecho preferir la muerte antes que el acoso de los represores. Sí, el pueblo que se exilia prefiere la muerte antes que la falta de libertad. Libertad para expresarse, libertad para comer lo que quiera, libertad de oportunidades para progresar en la vida, libertad para soñar con la posibilidad de ser feliz, libertad para tener servicio eléctrico las 24 horas, libertad de no tener que verles más las carotas a ustedes, libertad para desterrar para siempre el color verde olivo, libertad para no tener que oir hablar más de Castro, del Moncada y del 26 de Julio. Libertad para votar por el partido político que quieran, o no votar por ninguno, pero siempre conscientes de que la oportunidad está ahí.
Pues ustedes han secuestrado y asesinado la oportunidad de vivir. Los miles que se marchan diariamente, quizás piensen que se van para buscar mejoras económicas, pero cuando respiran un aire diferente a la pestilencia viciada de la isla, se nutren de algo más que de carne y arroz. El sabor de la libertad es gratis, pero fuera de Cuba. Dentro es el enemigo máximo de la horrenda Revolución que cada vez que se menciona da halitosis. Sí, hablar del PCC, de Castro, de ti, da tremenda peste a boca. Pensar en ustedes da pediculosis, piojera. Mirarlos da conjuntivitis. Escucharlos hace que los oídos supuren humor bien verde y asqueroso. Rozar a alguno de ustedes, a sus funcionarios, a sus esbirros, da escabiosis.
Revolución = Infección. Revolución = Epidemia. Y quieren contaminar al resto del mundo. Siempre lo han querido. Llevar la pudrición a todas partes en barquitos de papel. Enfermar al planeta, sembrar barbas en todos los rostros. Comerse todos los cerebros. Asco de dictadura…
Sin más, ahí te dejo disfrutando mientras puedas de esa nueva escaramuza…
Leo
