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CARTA 30 A DÍAZ-CANEL

CARTA 30 A DÍAZ-CANEL
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Carta 30 a Díaz-Canel.

Por: Leopoldo Ávila Jr.

¿Tan desesperado estás que volviste a soltarla la correa a la Machi en Twitter? ¿Para que publicara más estupideces, a ver si la gente le “saca el pie” un poco a Gil y compañía? Porque sabes que las investigaciones y detenciones no se quedan en Gil, su mujer y su hija. Eso es más largo, más amplio. Ahí están enfangados un montón de funcionarios. Y no me queda duda que tú también. Y la Machi, y Marrero. A lo mejor, Lazo no, y por eso lo tienes regañando a todo el mundo y calificando de vagos a los cubanos. El pobre anda al borde de la desesperación.

Pero por alguna extraña razón no creo que sea tan corrupto como ustedes, pandilla de barrigones. Que estaban tratando de “dar la mala” a la aristocracia castrista, porque no los mojan suficiente, y se la pasan viajando, lavando dinero con la construcción de hoteles que nunca tendrán huéspedes, y comprándose cosas caras.

Tú también quieres seguirte comprando cosas caras, y sobre todo a la Machi, que le encantan las marcas. A nadie se le va a olvidar que discutió su doctorado falso con un Cartier en la mano. Toda una burguesa, aunque siempre parezca una hamburguesa mal forrada. Porque la hamburguesa, aunque se vista de seda, hamburguesa se queda. Ella es todo un desafío para la alta costura y la alta peletería. Aún no ha logrado lucir una vez, fingir una personalidad. Los trapos son puros forros, por más caros que sean.

Entonces, viene y dice: “Los tiempos difíciles son los tiempos difíciles”. De ahí a “La técnica es la técnica y sin técnica no hay técnica” de Félix Savón no va casi nada. Es decir, la Machi reinauguró su cuenta de Twitter con una “savonada”. A lo mejor hasta sabe boxear un poco.

Según ella Gil no es un corrupto, sino un vacilante, un desalentado, un confundido. Mira a ver que ya este último adjetivo se lo endilgaste a los disidentes. Ahora parece que Gil se lanzó a las calles el 11J. Y lo que estaba haciendo era lanzando dólares fuera de Cuba. Exportándolos con una mula, como hacen los traficantes de drogas. Solo que esta no se los podía tragar.

Gil se encargó de drenar toda la liquidez monetaria que lloraba en los medios, siempre bajos las órdenes de ustedes, que trataban de barajarle una calderilla a Raúl Castro. Me imagino que ya te regañó duro el viejo. A lo mejor mandó al Cangrejo a darte otro galletazo, para que no te salgas del carril. Y esta vez ya no sería personal, sino como una orden militar directa.

La Machi también lo califica indirectamente de reblandecido y traidor ¿a qué?, si cayó precisamente por ser fiel a ustedes y exportar con eficiencia millones, quizás para ingresarlos en las cuentecitas bancarias escondidas que tienen ustedes en los bancos caribeños, o bueno, parece que en los EE.UU. A lo mejor el hijo de la Machi que estudia disfrazado en West Point es el titular de la cuenta a la que iban esos dólares. Ya saldrá ese cucarachero en algún momento más pronto que tarde.


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Y bueno, queda la investigación que le están haciendo a la twittera por negocios de prostitución lujosa en Holguín. Eso va a reventar dentro de poco y ahí si no vas a poder esconderte detrás de tu nariz. Ni detrás de la barriga de Marrero. Mira a ver si cabes en la tumba de López-Calleja, y te ocultas ahí cuando la orden esté dada para ti.

Porque el auto golpe viene. Ya cuando Ochoa, las FAR se devoraron el MININT, y el amante de Rebeca Martínez salió como bola por tronera. Y Raúl amplió su poder. Ahora, con el nuevo Ochoíta Gil, se va a zampar el Consejo de Estado, el Parlamento y la madre de los tomates verdes. Evidentemente, poner civiles a administrar no le salió bien.

Y Raúl cree que a Cuba hay que dirigirla como un campamento. Aunque Martí se lo haya dicho bastante claro a Máximo Gómez. Pero Raúl es un general sin carrera, un caprichoso con charreteras, y quiere meter a todos “en cintura”. Y cree que solo un uniforme verde olivo puede echar para adelante el país. Lo que espera a Cuba es una dictadura militar abierta, a lo junta militar de Argentina.

Si el pueblo no acaba de resolver pronto esto, el juego se cierra y no habrá más luz al final del túnel para Cuba. Ni habrá túnel, ni habrá Cuba.

Hasta la derrota siempre

Leo


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Sobre el Autor

Leopoldo Avila Jr.

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