CIRUJANO CONDENADO EN BAYAMO A PRISIÓN DOMICILIARIA: “TENGO ASCO DE QUIENES NOS REPRESENTAN”
Cirujano condenado en Bayamo a prisión domiciliaria: “Tengo asco de quienes nos representan”. “Estoy muy decepcionado sí, indignado, tengo asco de quienes nos representan (o eso deberían). Quise confiar en algún momento de mi vida en que todavía existían personas con decoro, ese del cual habló José Martí. Estoy seguro que existen, pero he descartado a quienes están detrás de todo este desastre”, declaró en su perfil de Facebook el cirujano cubano William Pérez Ramírez, que fuera condenado a prisión domiciliaria por un tribunal en Bayamo, junto a sus colegas Yoandra Quesada Labrada, Rafael José Sánchez Vázquez, Henry Rosales Pompa y Ristian Solano.
Los profesionales fueron juzgados y condenados la pasada semana por una presunta mala praxis médica que provocara la muerte de un paciente accidentado, cuyos familiares y posibles contactos en la Seguridad del Estado o en el gobierno, buscaron vengar, a pesar de que los especialistas trabajaron prácticamente con las manos vacías ante las inmensas carencias de medicinas e instrumental que presentaba el Hospital Carlos Manuel de Céspedes.
Pérez Ramírez comentó apesadumbrado que “una parte de mí (la más optimista) luchaba contra la otra (mi pesimismo natural) al creer que se haría justicia ante semejante aberración. No fue así. Pero no estoy sorprendido”, aseveró y definió las circunstancias a las que fue sometido en los últimos dos años como “puro martirio”.
El profesional describió que durante el proceso fue citado varias veces a la estación de policía, y sufrió “amenazas por parte de los designados por la Dirección Provincial de Salud (DPS) de Granma, encabezados por la Dra. Ingrid Porto Mateo”, persona que con su actuar siempre lo trató a él y a a sus colegas como culpables “aún sin haber comenzado a investigar”. Y durante mucho tiempo fue nombrado por los funcionarios de Salud Pública como “El cirujano de la queja”.
Como es costumbre entre las instituciones oficialistas cubanas, las redes sociales de DPS de Granma solo publicaban “diplomas, reconocimientos… nada, todo está bien”, ironizó el cirujano y señaló que “es cuando menos risorio que durante este período se acometieran acciones de mejora al Hospital Carlos Manuel de Céspedes (Rayos X digitales aclamados por años), se compraran 99 ambulancias, se aprobara una nueva Ley de Salud Pública (que hay que leerla pero muy bien, con beneficios como no, pero donde una vez más quedamos desprotegidos legalmente) y por supuesto, una reforma salarial cuando lo que debe preocuparnos a los profesionales de la salud son las condiciones de trabajo precarias en las que nos desempeñamos y que dan al traste con la mala calidad de los servicios, independientemente del amor con el cual obremos”.
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