DIFUNTO DICTADOR, FIDEL CASTRO RUZ, ES HOMENAJEADO DE FORMA RIDÍCULA POR DIVERSAS INSTITUCIONES EN CUBA
Difunto dictador, Fidel Castro Ruz, es homenajeado de forma ridícula por diversas instituciones en Cuba. El difunto dictador cubano, Fidel Castro Ruz, fue homenajeado de forma ridícula por diversas instituciones de la mayor de las Antillas, incluyendo centros educativos, de salud y laborales, desde el viernes 25 de noviembre, participaron en rituales, ofrendas y caravanas que rayan en lo ridículo.
Castro, falleció en 2016 y en esta ocasión se procedió a realizar esta serie de eventos por el séptimo aniversario de su muerte, lo cual pone de manifiesto el persistente culto a su personalidad.
En estos eventos, se llevaron a cabo veladas “político-culturales” que abarcaban desde música hasta bailes, creando una atmósfera que recordaba más a celebraciones festivas que a conmemoraciones fúnebres.
Las ofrendas, repletas de veladoras colocadas junto a la imagen de Fidel Castro, dieron la impresión de sesiones espiritistas, agregando un toque surrealista a la conmemoración.
En algunos centros, la veneración alcanzó niveles extravagantes, con declaraciones de amor simuladas mediante la disposición de pétalos de rosa en el suelo, evocando más el ambiente de una celebración del Día de los Enamorados que un recordatorio de la muerte de un líder político.
Los médicos de Caibarién expresaron su añoranza, escribiendo: “Hace 7 años te extrañamos, como se extraña un abuelo cuando parte, como se extraña los mejores amores y los años buenos.”
Este fervor por Fidel Castro parece persistir con fuerza en los centros de adoctrinamiento cubanos, especialmente en las escuelas, donde se utiliza a los niños para que veneren la figura del dictador comunista.
Sus sucesores, enfrentando una crisis en la actualidad, continúan evocándolo y citándolo regularmente, comprometiéndose públicamente a mantener su legado.
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La exaltación de Fidel Castro, incluso después de su muerte, sugiere un arraigado culto a la personalidad que trasciende el ámbito político y se convierte en un fenómeno cultural.
Mientras algunos pueden ver estas muestras de devoción como un acto de lealtad, otros lo interpretan como una señal de la persistente influencia del dictador en la política y la sociedad cubanas, incluso años después de su fallecimiento.
En medio de una crisis actual, la atención continua hacia Castro plantea preguntas sobre el rumbo futuro de Cuba y la influencia duradera de su legado en la isla.
