MANUEL MARRERO CRUZ, PRIMER MINISTRO DE LA DICTADURA CUBANA, INCLUÍDO EN LISTA DE “REPRESORES DE CUELLO BLANCO”
Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro de la dictadura cubana, incluido en lista de “represores de cuello blanco”. El coronel Manuel Marrero Cruz, actual Primer Ministro de la dictadura cubana, fue incluido por la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC) en su lista de “represores de cuello blanco”, que ya incluye unos 750 funcionarios de la isla de alto y medio rango que contribuyen a la censura de los derechos de la ciudadanía directa e indirectamente.
La FDHC reveló además la absoluta inconsecuencia que existe entre el discurso oficial de Marrero sobre el sacrificio y el ahorro, y los modos de vida suyo y de sus hijos, habitantes todos de lujosas mansiones localizadas en las zonas residenciales de más alcurnia de La Habana.
La casa de Marrero se ubica en la calle 222 esquina a 11, en el municipio Playa, en La Habana, y su previo propietario fue uno de los numerosos hijos del Comandante Juan Almeida Bosque, que le añadió una piscina para aumentar su lujo y su valor. Antes de mudarse a esta residencia, el que fuera Ministro de Turismo durante 15 años, vivió en Nuevo Vedado, en el municipio Plaza de la Revolución, en una casa localizada en la calle Norte esquina a 35, con el número 62. Actualmente vive allí su exesposa.
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Además, según detalla la FDHC, los hijos del funcionario han sido descubiertos viajando en el jet presidencial que le regaló la dictadura chavista a la cubana, y ha terminado como limosina voladora para los descendientes despilfarradores de la casta gobernante. Su hijo, Manuel Alejandro Marrero Medina, no esconde sus privilegios y hace alarde de estos en sus redes sociales. El joven reside en Playa Pesquero, en la provincia de Holguín, de donde es oriundo su padre.
Mientras Marrero jura y perjura al pueblo cubano que “no tenemos más”, haciendo referencia a las disponibilidades presupuestarias y en especias de su gobierno, no renuncia a una vida de lujos en los que siempre tendrá más y más. Mientras los índices de pobreza alcanzan en Cuba records históricos, Marrero llama a “explotar todas las potencialidades territoriales” y revisar “los métodos y estilos de trabajo”, sin más precisiones. Y luego se va a disfrutar de las grandes comodidades de su mansión de 222 y 11 en Playa, de su yate y de su Isla privada.
