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FESTIVAL DE CINE DE VENECIA EXHIBE DOCUMENTAL SOBRE CINEASTA CUBANO CENSURADO DURANTE 50 AÑOS

FESTIVAL DE CINE DE VENECIA EXHIBE DOCUMENTAL SOBRE CINEASTA CUBANO CENSURADO DURANTE 50 AÑOS
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El prestigioso 80°Festival de Cine de Venecia exhibió el documental Landrián (2023), del cineasta cubano Ernesto Daranas Serrano, los días 3 y 4 de septiembre en su sección Venecia Classics, dando a conocer al mundo la tragedia sufrida por el realizador Nicolás Guillén Landrián, nacido en Camagüey en 1938 y fallecido en Miami en 2003, luego que finalmente emigrara de un país en el que el régimen le había impedido filmar durante dos décadas, luego de encarcelarlo e internarlo en la clínica psiquiátrica de Mazorra.

La película de Daranas (conocido entre los públicos sobre todo por los largometrajes de ficción Los dioses rotos, Conducta y Sergio y Serguéi) parte de la búsqueda emprendida por él de las películas de Guillén Landrián en los archivos del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) para restaurarlas con la colaboración de la empresa española Altahabana Films, fundada por Luis Tejera, de origen cubano.

La búsqueda por los rollos de celuloide sobrevivientes en las tenebrosas bóvedas de esta institución, más dignas de una película de horror que de un espacio acondicionado para la conservación de este tipo de materiales, es parte esencial de Landrián. Demuestra el gran desinterés de los administradores oficialistas del arte cubano por conservar su patrimonio fílmico, que a sus ojos no vale nada si no contribuye directamente al enaltecimiento del sistema político y sus líderes, sobre todo Fidel Castro.

Y fue el propio Landrián quien en 1968 utilizó imágenes del dictador Fidel Castro junto al tema musical de los Beatles “The Fool on the Hill” (“El tonto en la colina”), en su más importante documental Coffea Arábiga. Todo lo contrario de lo pretendido entonces por un régimen que ya desde entonces era enemigo de todo el que pensara por cabeza propia y lo mirara con ojo crítico. 

En una previa proyección del documental en el cine Yara durante el pasado 43° Festival Internacional de Cine de La Habana, en 2022, se aprecian rollos descompuestos al extremo de convertirse en líquido. Latas de cine gotean alrededor de los colaboradores especializados de Daranas que buscan con linternas las agujas en el pajar que son las películas sobrevivientes de Landrián. De sus 16 películas, fueron recuperadas algunas como En un barrio viejo (1963), Ociel del Toa (1965), Los del baile (1965) y Coffea Arábiga, que fueron proyectados junto al documental tras casi concluir el complejo proceso de restauración.

Luego de que el realizador camagüeyano fuera expulsado del ICAIC a inicios de la década de los 70, la institución liderada entonces por Alfredo Guevara, reconocido hombre de confianza de Castro, se dedicó a desaparecerlo del mapa del cine y la cultura cubana. Permaneció desconocido para muchos, hasta a inicios del siglo XXI, su cine fue digitalizado y promovido de memoria flash en memoria flash entre los interesados. Se convirtió entonces en gran referente de gran parte del cine independiente cubano.

En el proceso de recuperación casi imposible del cine de Guillén Landrián, participaron instituciones oficiales como la Cinemateca de Cuba y el propio ICAIC, que bajo otra dirección decidió “suavizar” la censura sobre el autor.

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Tiresias

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