META DESMANTELA UNA OPERACIÓN PRO-CHINA ELIMINANDO MILES DE CUENTAS
El gigante tecnológico Meta realizó una importante operación para eliminar miles de cuentas vinculadas a las fuerzas de seguridad chinas en lo que se considera una de las mayores operaciones de influencia encubierta en las redes sociales a nivel mundial. Estas cuentas estaban involucradas en una campaña de promoción de “información positiva” sobre China y la controvertida provincia de Xinjiang, donde se han reportado abusos contra los derechos humanos y trabajos forzados de la minoría étnica uigur.
Meta también identificó otras cuentas que publicaban contenido crítico hacia Estados Unidos y las políticas occidentales, así como ataques dirigidos a periodistas e investigadores que eran críticos con el Gobierno chino. Estas cuentas difundían contenido engañoso en múltiples plataformas, utilizando titulares sensacionalistas.
En total, Meta eliminó 7.704 cuentas de Facebook, 954 páginas, 15 grupos y 15 cuentas de Instagram relacionadas con esta operación. Aunque se trata de una campaña de desinformación masiva, Meta indicó que estas operaciones no parecían estar generando audiencias auténticas en sus plataformas ni en otros lugares de Internet.
Meta también señaló otras campañas encubiertas dirigidas a Turquía que violaban sus políticas y que fueron eliminadas.
La investigación de Meta sobre esta campaña se inició en 2019 y se alineó con grupos que utilizaron el término “Spamouflage”, incluyendo el Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI). Se descubrió que muchas de las cuentas parecían operar desde una ubicación compartida, como una oficina, con patrones de actividad que coincidían con el horario laboral en Pekín.
La campaña inicialmente se difundió en grandes plataformas como Facebook y Twitter, pero se trasladó a sitios más pequeños después de que las plataformas la identificaron y bloquearon en 2019. En algunos casos, las publicaciones no guardaban relación con el contenido general del sitio en el que se publicaban.
El informe de Meta también destacó que una parte importante de la operación se centró en afirmar que el origen del COVID-19 estaba en Estados Unidos, incluyendo la publicación de un extenso “artículo de investigación” con errores ortográficos constantes.
