MINISTERIOS DE EDUCACIÓN DE CUBA RECONOCEN QUE LA EDAD PROMEDIO DE CONSUMO DE DROGAS ENTRE LOS JÓVENES DE LA ISLA ES DE 15,2 AÑOS
Ministerios de educación de Cuba reconocen que la edad promedio de consumo de drogas entre los jóvenes de la isla es de 15,2 años. El Ministerio de Educación y el Ministerio de Educación Superior de Cuba han reconocido la preocupante realidad del consumo de drogas entre los jóvenes del país.
Según informes presentados ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, la edad promedio del primer consumo de drogas es de 15,2 años, y este debut ocurre mayormente durante la educación secundaria básica y los primeros dos años de la educación técnico-profesional.
La mayor parte de estos casos se relaciona con el consumo de sustancias estupefacientes, y se ha destacado que la mayoría de los incidentes se manifiestan en el consumo, más que en la tenencia o venta de drogas.
Ambos ministerios han expresado su objetivo de “generar una cultura de rechazo a las drogas con acciones desde el punto de vista metodológico y pedagógico”.
Sin embargo, la gravedad del problema se evidencia en el informe, que revela la implicación de 168 estudiantes en casos de consumo de drogas.
Los ministerios señalaron que más del 87% de este grupo incumple con sus deberes escolares, afecta su rendimiento académico y proviene de familias permisivas o desestructuradas.
Se menciona que factores como la presión grupal, la baja percepción de riesgo y el miedo al rechazo o represalias por parte de los consumidores al denunciar estos actos contribuyen al aumento del consumo de drogas entre los jóvenes cubanos, agravando así la problemática.
En cuanto a la legislación cubana en este ámbito, el coronel Juan Carlos Poy Guerra, jefe de la Dirección Nacional Antidrogas del Ministerio del Interior, comentó que la principal amenaza para Cuba radica en la presencia de la delincuencia cubana en el exterior, intentando fomentar un mercado interno con la introducción de diferentes sustancias por vías marítimas y aéreas.
El militar señaló que, durante el período de pandemia con el cierre de fronteras, se incrementó la actividad operativa y el uso de rutas marítimas cercanas al territorio nacional.
También destacó el empleo de lanchas rápidas en operaciones de tráfico de personas y drogas, constituyendo una amenaza a la seguridad ciudadana.
El Ministerio del Interior identificó intentos de introducción de drogas desde 14 países, siendo Estados Unidos y Surinam los principales emisores.
En las carreteras cubanas, la Policía incautó más de dos toneladas de droga en puntos de control, con 41 sustancias identificadas, e intervino miles de plantas de marihuana y semillas de este cultivo.
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A pesar de la retórica oficial que presenta a Cuba como un país libre de drogas, el informe destaca la presencia del problema en todos los niveles de enseñanza, con mayor incidencia en la secundaria básica, centros penitenciarios y diversas provincias, especialmente en la capital.
Además, se informó que hay 12 cubanos implicados en operaciones de tráfico de drogas a Cuba que están circulados por Interpol, con solicitudes de captura y extradición.
El coronel Poy Guerra subrayó que las prioridades del Ministerio del Interior incluyen impulsar el desarrollo del observatorio de drogas para comprender las tendencias del fenómeno en el país y establecer alianzas con instituciones científicas para mejorar los métodos de detección de nuevas sustancias en las fronteras cubanas.
La situación evidencia un desafío significativo para las autoridades cubanas en la lucha contra el consumo de drogas y el tráfico ilícito.
