TURISTA RUSA CALIFICA DE “SALVAJE” EL TRATO RECIBIDO DURANTE SU ESTANCIA EN HOTEL 5 ESTRELLAS DE VARADERO
Turista rusa califica de “salvaje” el trato recibido durante su estancia en hotel 5 estrellas de Varadero. A través de su blog, “Viajar con Cámara”, una turista y bloguera rusa compartió su experiencia negativa en Cuba, al calificar de “salvaje” el trato recibido durante su estancia en el hotel 5 estrellas Iberostar Laguna Azul de Varadero, especialmente en relación con el culto a las propinas por parte de los trabajadores del hotel.
Según la bloguera, los empleados del hotel parecían exigir regalos o dólares a cambio de la atención que normalmente se espera después de haber pagado el alto precio de la reserva.
Mencionó que para obtener un mejor servicio, como un ron de mayor calidad en los cócteles o una atención especial en el restaurante, era casi esencial pagar con dólares.
A pesar de encontrar algunos empleados serviciales, señaló que no todos seguían esta norma de cortesía y expresó su descontento al notar que, incluso con propinas y regalos, no siempre se garantizaba un buen servicio.
La bloguera destacó la práctica de dejar propinas en Cuba como algo elevado a un nivel “salvaje”. Los turistas, según su relato, llevan chocolates, cosméticos, calcetines y otros obsequios para el personal con la esperanza de recibir un servicio adecuado, pero aún así, esto no siempre funcionaba como esperaban.
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“No me importa agradecer a la persona por el trabajo bien hecho. Siempre dejo propinas en cafeterías, restaurantes, incluso en empleados de gasolineras y taxistas. Pero en Cuba, el culto a las propinas ha aumentado a un nivel salvaje”, expresó la visitante.
Además de sus experiencias con las propinas, la bloguera mencionó que no se sintió segura dejando objetos de valor en las habitaciones durante el servicio de limpieza.
Informó que cualquier artículo dejado sobre la cama se consideraba un regalo para el personal de limpieza, y compartió anécdotas de otros turistas que perdieron ropa y objetos de valor de manera similar.
También advirtió a los turistas que tomen precauciones en las áreas públicas del hotel, ya que durante su estancia, toallas de playa desaparecieron de las tumbonas.
La bloguera presenció cómo un empleado del hotel ofreció resolver el problema pidiendo una tarifa menor a la multa oficial que se aplica a los huéspedes que “pierden” una toalla.
En relación con la seguridad de los objetos personales y las toallas desaparecidas, la bloguera comentó: “Un par de veces, según recuerdo, los vacacionistas olvidaron algunas cositas en las tumbonas: alguien, un juguete para niños, un bolso con todo tipo de joyas baratas, un libro. Entonces, no pudieron encontrar lo que habían olvidado. El personal simplemente se encogió de hombros y dijo: ‘No vimos nada’.
Parece trivial, pero es aún más ofensivo. Y no esperes que en un hotel de 5 estrellas una toalla de una tumbona o un juguete infantil pueda desaparecer sin dejar rastro”.
