VILLA PILAR, LA MANSIÓN RESTAURADA EN 2016 POR VALOR DE 8,5 MILLONES DE DÓLARES QUE FIDEL CASTRO NO PUDO DISFRUTAR
Villa Pilar, la mansión restaurada en 2016 por valor de 8,5 millones de dólares que Fidel Castro no pudo disfrutar. Cerca del Hotel Club Tropical de Varadero, localizado en la Calle 1ra. entre 21 y 22 de este “municipio especial” atendido directamente por el Consejo de Estado, se halla Villa Pilar, una mansión playera de tres pisos y mucho lujo, reservada para el disfrute de Fidel Castro y que poco tiempo antes de su muerte fue sometida a una reparación capital por un valor de 6 millones de dólares, según reveló en exclusiva a nuestro medio una fuente muy cercana al máximo poder en Cuba.
Además de la reparación, una cifra inmensa se invirtió en mobiliario y “aparatos inteligentes, duchas y cabinas sanitarias, con jacuzzi, y toda la decoración de jardines pérgolas, hornos, vidrios blindados, etc”, enumera la misma fuente. El objetivo era al parecer que el moribundo dictador pasara a residir en esta, una de tantas residencias de lujo que siempre tuvo a lo largo de toda la isla, bajo la más celosa vigilancia.
La fuente detalla que solos los equipos de la cocina costaron otro millón de dólares, y fueron provistos por la empresa FRIUSA, “muy unida a la cúpula” del poder dictatorial cubano. El sauna y spa de Villa Pilar fue además equipado con un equipo de rehabilitación valorado en más de 200 000 dólares. No se escatimó en “mármol, pinturas especiales antisalínicas, convertidores de óxidos, masillas, estucos, equipamiento hidrosanitarios, mueblería, carpintería con ventanales de vidrio, cámara blindada, jardinería y sistemas soterrados de redes y antenas, cercados perimetrales y muchos miles más en equipamiento de gimnasio, salón de masajes, jacuzzi”, además de nuevas “salas de juego y ocio, con billar y otros aparatos de videojuegos traídos de EE.UU”.
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Los datos ofrecidos incluyen también “maderas preciosas importadas, de la más refinada y costosa, para muebles de comedor” y la renovación total del “mobiliario de oficinas, salón de reuniones, de recepción y protocolo, terrazas, pérgolas, piscina térmica, sistemas de bombeo, riego de jardines, hornos y parrillada distribuidos en sus áreas exteriores”. Todo esto, con un costo de 1,5 millones y “muchos otros gastos”.
“Todo para mantener los caprichos habituales de un dictador, justo en el mismo año 2016 que este agonizaba y no pudo ver ni seguir disfrutando”, comenta el testimoniante, quien indicó que luego del deceso de Castro, Villa Pilar ha quedado disponible “para el disfrute de sus corruptos parásitos descendientes y/o para amiguitos muy cercanos a los dirigentes vinculados estrechamente a los Castro”.
En varias de las numerosas fotos provistas a nuestro medio, aparece “Abraham Maciques”, identificado como “el que aprobó el presupuesto capital y el coordinador principal, de todo el proceso de ejecución” de la obra. Y en otras fotos, que datan de los años 90, aparecen varios empleados de la “inmobiliaria Palco, subordinados a Maciques, radicados en las oficinas del Palacio de Convenciones de La Habana”. La fuente califica a todos como “testaferros de la dictadura”.
En las imágenes aparecen las partes de Villa Pilar que delataban apreciable deterioro, y luego otro grupo de fotos revela su estado posterior a la restauración. Muchas otras detallan el interior de la mansión cuando el pintor Kcho, muy cercano a Fidel Castro, al que muchas veces definió como su “papá”, vivió en Villa Pilar desde 2006 hasta 2016. Poco antes de iniciar la remodelación, en los primeros meses de 2016, el artista fue reubicado “en una de las mansiones dentro de El laguito, donde vive hasta hoy con su esposa e hijos”.
La fuente lamenta que “mientras el pueblo de Cuba continúa hambriento sin recibir un quilo, ni recursos tan siquiera baratos de producción nacional para la reparación de sus crónicas y mugrientas viviendas, aquí se puede demostrar en lo que de manera anónima gastan y malgastan los recursos conseguidos con el sudor del pueblo”.
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