Seleccionar página

CARTA 05 A DÍAZ CANEL

CARTA 05 A DÍAZ CANEL
<span class="bsf-rt-reading-time"><span class="bsf-rt-display-label" prefix="Tiempo de lectura"></span> <span class="bsf-rt-display-time" reading_time="2"></span> <span class="bsf-rt-display-postfix" postfix="mins"></span></span><!-- .bsf-rt-reading-time -->

Carta 05 a Díaz Canel

Por: Leopoldo Ávila Jr.

Hola, Miguel:

Bienvenido de vuelta a Cuba de tus vacaciones neoyorkinas, pues aunque hiciste como que trabajaste, yo sé que fuiste a divertirte. Si acaso vienes con un leve calambre en la mano de pasar el cepillo en tu reunioncita con los exiliados cubanos, los que se dignaron en mirarte a la cara sin escupírtela. Y mira, Raúl te recibió, pero sin tu no primera dama. No la vi en la foto…

¿La dejaste trancada en un vestidor de una tienda de la 5ta. Avenida? ¿Conoció a su heroína, Cruella de Vil? ¿La empeñaste en alguna tienda de empeños para traer algo de dinerito a los generales, ya que no lograste cerrar ningún trato firme de inversiones?

¿O se quedó en los Estados Unidos para visitar al hijo que estudia en West Point, bajo un nombre falso? Ya veremos cuándo aparece. ¿Cuándo se le vencen las vacacioncitas que le concedió el Ministerio de Cultura para poder acompañarte a tu viajecito? Mira, que la van a sancionar por ausencia injustificada al trabajo.

Ah, ya sé, puede que haya ido directo de Nueva York a Varadero para ver qué quedó de las comelatas del Varadero Gourmet. Tuvo que escoger entre su glotonería crónica y Niu Yol. Dura encrucijada para la Machi. Pero la ciudad manzana pudo más que los pellejitos de puerco y el arroz congrí con empellitas. Qué dura es la vida. Para la próxima, que programen mejor ese festival para que la última dama no se lo pierda.

Oye, y literalmente dejaste todo atrás en candela. Apenas te fuiste de los Estados Unidos y le tiraron unas botellitas encendidas a la Embajada de Cuba en Washington. O había tantas botellas y tabacos Cohíba en el fiestón, que terminó estallando el Fuego Enterprises Inc. Pregúntale a Cancio, a ver si sabe algo. Si en verdad fueron cócteles Molotov, a lo mejor los lanzaron con una Katapulk emplazada a distancia segura.

¿Qué crees, que ya te van a quitar de la lista de países amigos del terrorismo? ¿Cuándo están a punto de inaugurar el círculo infantil “Golpistas del futuro” en el consejo popular de Palo Cagao, en Mariano? Creo que debieron haber considerado, al menos, dejar caer una avioneta o un “ala delta” sobre la embajada. Vaya, para tocar sensibilidades. Los cócteles Molotov son muy baratos, tercermundistas, guerrilleros. Son muy rusos, y eso no está de moda en Washington en estos tiempos.

Ahora que regresaste, seguro ya te espera el borrador de la próxima intervención “en vivo” en la televisión que grabarás para explicar de nuevo los maratónicos apagones que están regresando con fuerzas renovadas —con el general Ramiro Valdés de apuntador y ocasional tirador de orejas. Pronto durarán 24 horas, y sabes que eso sí molesta. La gente se olvida que está esperando el parole, que le tiene miedo a la Seguridad del Estado, y se da su vuelta por las calles, en grupos, con calderos y muchos gritos contra ti. Apriétalos, pero si los ahogas, no te la van a hacer fácil. Y andan ya sin café ¡Hola! hace meses. No se corta el vicio tan bruscamente. Mira a ver.

.

Contrarrevolucionariamente,

Leo

 

CARTA 04 A DÍAZ-CANEL

 

 

 

 

Sobre el Autor

Leopoldo Avila Jr.

Leopoldo Avila Jr.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *