CUBA BUSCA LA REVÁLIDA EN LA COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS
El régimen de Cuba ha presentado su candidatura para revalidar su asiento en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a pesar de un historial cada vez más conocido de violaciones de los derechos de sus ciudadanos.
El embajador cubano en Ginebra, Juan A. Quintanilla Román, ha prometido abogar por el respeto a los principios de universalidad, indivisibilidad, objetividad, no politización y no selectividad, así como por el fortalecimiento de la cooperación internacional y el cumplimiento de obligaciones en materia de derechos humanos.
Sin embargo, la sociedad civil cubana ha exigido una serie de reformas, incluida una ley integral contra la violencia de género y el cese de la criminalización de los defensores de los derechos humanos. Estas demandas se presentaron en el contexto de las sesiones previas al Examen Periódico Universal (EPU) de Cuba, que revisa la situación de los derechos humanos en el país.
A pesar de las promesas de Cuba, numerosas recomendaciones en materia de derechos humanos hechas en el pasado no se han cumplido. El Gobierno cubano ha justificado su falta de cumplimiento argumentando que algunas recomendaciones son lesivas para su soberanía. Además, Cuba no ha firmado algunos tratados internacionales importantes en esta área, como el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes, y el Protocolo de 2014 del Convenio sobre el Trabajo Forzoso de la OIT, entre otros.
El Gobierno cubano ha sido criticado por evadir sus responsabilidades en materia de derechos humanos durante décadas, y el número de denuncias por violaciones de derechos humanos contra el régimen ha aumentado significativamente en los últimos años. La credibilidad e imagen del Estado cubano se han visto disminuidas debido a la demostración de hechos violatorios concretos en diversas áreas.
Además, Cuba ha sido criticada por su actuación en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU durante su mandato actual. Ha votado en contra de resoluciones que buscan investigar posibles crímenes de guerra en Ucrania, crímenes del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, y violaciones de derechos fundamentales en Irán. Esto ha llevado a llamados de organizaciones internacionales para que se tomen medidas similares a las tomadas contra Rusia, como la expulsión del Consejo de Derechos Humanos.
En resumen, a pesar de las promesas de Cuba de abogar por los derechos humanos en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, su historial de violaciones y su actuación en el organismo plantean serias dudas sobre su idoneidad para ocupar un asiento en este consejo. La comunidad internacional sigue observando de cerca esta situación y las decisiones futuras con respecto a la candidatura de Cuba.
