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EL COMUNISMO EN CUBA: HAMBRE Y MISERIA

EL COMUNISMO EN CUBA: HAMBRE Y MISERIA
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El comunismo en Cuba: hambre y miseria. Los recientes anuncios del ministro de economía de Cuba Alejandro Gil, sobre la incapacidad del régimen cubano de importar los alimentos de, la mal llamada, canasta básica por falta de dinero, y la ministra de Comercio interior Betsy Díaz, de la casi nula producción nacional de azúcar, arroz, leche, café y frijoles solo demuestra la incapacidad histórica del comunismo de generar riqueza.

Los cubanos tienen hambre. Un hambre histórica porque la canasta subsidiada por el gobierno nunca fue suficiente. Qué comer siempre fue el dolor de cabeza de los padres, ya no solo por la insuficiencia de la canasta racionada, sino también por los pocos productos que se podían comprar fuera de esta. El miedo que le tenía el difunto dictador Fidel Castro al libre mercado, porque sabía que este generaría libre pensadores fuera de su control, le llevó a la estatización de las industrias, los pequeños negocios y las producciones agrícolas. Las consecuencias: el campo cubano hoy es improductivo.

Por eso no hay sorpresas cuando Gil anuncia que el país debe comprar el 100 porciento de la canasta, y no tienen con qué. Por eso hay hambruna en Cuba. El gobierno no puede ni sostener a sus instituciones abanderadas más preciadas. La educación y la salud sufren desabastecimientos crónicos, solo hay que ver las frecuentes publicaciones en redes sociales de arroz con na’ que ofertan a enfermos y estudiantes. La crisis es tan grande que ya en los círculos infantiles el arroz con na’ hizo acto de presencia.

El testimonio que una madre le hizo a esta redacción demuestra que la crisis del sistema toca fondo: ‘Tengo 2 hijos en el seminternado Manuel Ascunce de Santiago de Cuba, tienen que llevar la comida entera porque les están dando arroz blanco nada más. Con las 3 libras de arroz que nos han dado este mes, sin frijoles, ni chícharos, no creo que pasemos de los 10 días. En la escuela con la poca ración de arroz que le dan no se llenan, por eso llevan arroz con lo que tenga ese día que generalmente es un compuesto de quimbombó para mojar. Los niños tienen hambre porque no hay, y lo que hay está muy caro y el salario no da para comprarlo. Ya somos vegetarianos a la fuerza, se come pollo cuando podamos comprarlo o cuando llegue a la carnicería que en septiembre no llegó”.

El hipócrita anuncio del ministro, como siempre, exculpó al gobierno de la crisis. Los eternos culpables son “el recrudecimiento del bloqueo, la subida de los precios a nivel internacional y la crisis mundial”. Nada se dice de la improductividad de la agricultura cubana fulminada por políticas centralizadas, falta de inversión y la ausencia de libertad de los agricultores. Que tengamos que importar azúcar, después de ser uno de los primeros productores mundiales, demuestra el desbarajuste creado por el comunismo, iniciado por su extinto líder impulsor del desmantelamiento de los centrales azucareros.

Hay hambre en Cuba, niños vendiendo y pidiendo en las calles para ayudar a sus padres en la compra de alimentos, mendigos, adultos mayores que se desmayan en las colas de los cajeros porque ni una taza de café se puede beber, hace tres meses que no llega a la bodega y no se sabe cuando llegará, ya culparon a los helados ríos de Canadá por la no llegada del chícharo necesario para su preparación.

 La deseperanza anida en el cubano de a pie con hambre y miedo de expresar su descontento, pero el hambre aprieta y hay que comer por eso la vergüenza se aparta cuando un camión vierte por accidente puré de tomate en una feria en Santos Suárez y los capitalinos destapan el hambre recogiendo el puré del suelo. Un hecho que apena a los cubanos dignos, pero no a la dictadura que excluye estas noticias de su manipulada prensa oficial.

El pueblo cubano sabe que su hambre no es culpa del imperialismo, los cubanos sabemos que es la dictadura comunista la que ha llevado a Cuba a la ruina. La credibilidad de los obesos dirigentes hace rato se fue a bolina. No se puede llevar la inanición a un pueblo, y no predicar con el ejemplo. El hambre del cubano hoy, será la rebelión de mañana.

https://www.google.com/amp/s/www.periodicocubano.com/cubanos-recogen-pure-de-tomate-del-suelo-en-medio-de-la-crisis-alimentaria/amp/

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Maricel Nápoles González

Maricel Nápoles González

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