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ELLA FONTANALS-CISNEROS DEDICA UN CAPÍTULO DE SU LIBRO AUTOBIOGRÁFICO Al Dictador Fidel Castro: “LO TRATÉ DEMASIADO SUAVE”

ELLA FONTANALS-CISNEROS DEDICA UN CAPÍTULO DE SU LIBRO AUTOBIOGRÁFICO Al Dictador Fidel Castro: “LO TRATÉ DEMASIADO SUAVE”
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Ella Fontanals-Cisneros dedica un capítulo de su libro autobiográfico al dictador Fidel Castro: “lo traté demasiado suave”. Ella Fontanals-Cisneros, nacida en 1944 en Cuba, emigró con su familia a Venezuela en 1959 cuando Fidel Castro se estrenó como dictador de la isla. Desde la década del 70 comenzó a coleccionar arte contemporáneo, colocando los fundamentos iniciales de una carrera como prestigiosa mecenas del arte que contribuyó a convertir a Miami en un importante polo artístico global.

En su haber cuenta con más de 3000 obras de arte, de las que 1600 son latinoamericanas, la más profusa del mundo. Entre las firmas que la prestigian están las de Gego, Jesús Rafael Soto, Alejandro Otero, Lygia Clark, Mira Schendel, Marina Abramovic, Los Carpinteros, Ai WeiWei, Carmen Herrera, Vik Muniz, León Ferrari, Damien Hirst, Jenny Holzer, Donald Judd, Anish Kapoor, Barbara Kruger, Olafur Eliasson, Thomas Struth, Andreas Gursky y Ana Mendieta.

Su vida dedicada al arte le ha valido reconocimientos como el Premio Spectrum de Filantropía de la Cruz Roja de EE.UU (2003), el Premio Visionary del Museo de Arte y Diseño (2007) y el lauro Women Together de las Naciones Unidas (2008).

Llegada la hora del recuento, decidió recoger en su libro Ella soy yo, pasajes de su vida, pero desde una autoficción que rehúye el concepto convencional de la autobiografía. “Es una novela de ficción, basada en mi vida real. La mitad es ficción, la mitad es verdad”, declaró en reciente entrevista a la Agencia EFE. Escribió el libro en dos meses de recogimiento, y lo considera también un “eco de su identidad”, que relata sucesos que “existieron durante mi período de crecimiento” aunque no los protagonizara.

Este es el primero de una proyectada trilogía autorreferencial, pero su origen cubano y el dolor del exilio hicieron que el fantasma de Fidel Castro apareciera en esta primera entrega, presentada en Madrid la pasada semana durante la Feria de Arte Contemporáneo ARCO. El dictador ocupa todo un capítulo de Ella soy yo, y una vez publicado, la autora considera que lo trató “demasiado suave”.

Fontanals-Cisneros se encontró con el dictador en 1991, en el Palacio Presidencial de La Habana, según le adelantó al periódico español La Vanguardia. Llegó muy tarde a la reunión, cuyo verdadero objetivo era solicitar la excarcelación de su hermano, y cuando este la recibió le dijo: “Tú sabes, nunca había esperado a nadie más de media hora, pero creo que ha merecido la pena.”

Casada desde 1968 con Oswaldo Cisneros, presidente de la empresa Pepsi- Cola en Venezuela (con el que tuvo sus tres hijas: Marisa, Mariela y Claudia), el dictador le preguntó sobre este y sus ocupaciones profesionales. Terminó invitándola a beber un refresco muy parecido a la Pepsi, que tenía servido en el recinto.

Ella se percató de inmediato que era Tropicola y se lo dijo. “No me digas que sabes distinguir entre los refrescos”, la retó Castro desde su habitual prepotencia sobre la que descansaba su carisma. Entonces hizo traer una Coca-Cola y una Pepsi-Cola, para comprobar si de verdad era tan ducha en esos menesteres. Fontanals-Cisneros salió triunfante del reto. “Le gané la partida a Fidel”, comentó, aunque el propósito principal de la visita solo fue cumplimentado a medias, como detalla en el libro.

“Fidel tenía una personalidad arrolladora. Sabía cómo hablarte y su conversación era interesante. A pesar de todos los horrores, no me puedo cegar y debo reconocerlo. Por algo conquistó a todo un pueblo”, refirió Ella a La Vanguardia, calificando a Castro como “muy seductor”.

Luego del reto de los refrescos, el dictador mandó traer otras dos Coca-Colas y se tomó varias fotos con Ella, mientras brindaba con los refrescos, aunque le puntualizó: “Espero que no uses esto para nada comercial…pero si lo haces no olvides enviarme los royalties”, bromeó, riendo. “Cuando me des la foto la meteré en mi caja fuerte y jamás saldrá de ella”, le prometió la coleccionista al tirano. La promesa fue cumplida, según comentó más de 30 años después. “Ni siquiera he vuelto a comprobar en qué estado está la foto.”

Según adelantó, en el libro también aparece el ex mandatario estadounidense Donald Trump, sobre quien opinó: “Está bastante loco, aunque si no tuviera tanto ego sería mejor presidente”. El resto de los detalles nos esperan en las páginas de Ella soy yo.


https://youtube.com/@EllaFontanalsCisnerosYT?si=AUTXRQIdQaVZGNlK

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