FERNANDA Y EL MISTERIOSO CASO DE LOS HUEVOS CON YEMA BLANCA
Fernanda y el misterioso caso de los huevos con yema blanca. La venta “por la libreta” en bodegas cubanas de diminutos huevos con misteriosas y preocupantes yemas blancas, viene causando preocupaciones e incomodidades en la población cubana: una raya más para un tigre nacional que ya parece pantera negra. Pero el régimen castrista siempre se las ingenia para empeorar la situación y añadir intranquilidades entre los sufridos residentes en la isla.
Los huevos normados de los últimos tiempos, además de escasos y atrasados, son extremadamente pequeños y cuando se procede a cocinarlos se descubre una yema anómalamente blanca, en vez de la común yema “amarillo pollito”. Tal ha sido denunciado en las redes sociales por la ciudadanía, ha provocado más de un meme y más de un chiste gráfico.
Tardíamente, como siempre, la prensa oficial cubana ataca a la riposta, ya cuando casi es agua pasada este problema, y desde la emisora Radio Sancti Spíritus los detectives reporteriles de la dictadura se lanzaron a “aclarar” el misterio. En Cuba hay muchas Fernandas y Fernandos, y a los de turno les tocó descubrir el misterio, o hacer como que lo descubrieron, en fallido (como siempre) intento por acallar los indetenibles rumores.
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El artículo titulado “Fin del misterio: ni gallinas enfermas, ni huevos importados”, firmado por Yosdany Morejón Ortega, registra las palabras de Alieski Guevara Molina, director general de la Empresa Avícola de Sancti Spíritus, quien ofreció la versión más oficial posible hasta el momento, y no debe haber otra, pues esto no debe pasar de un “medio provincial” como este.
“Esta situación no tiene que ver con animales enfermos y comenzó a raíz de que cambiamos la alimentación de las aves el pasado primero de febrero”, explica el funcionario. “O sea, de un pienso a base de maíz que se les daba, cambiamos a un cereal a base de arroz, de ahí la coloración blanca en las yemas”, y anunció que ya desde el pasado 20 de marzo, las gallinas están consumiendo de nuevo el pienso de maíz y que para la próxima entrega normada, las yemas deben recuperar su color amarillo habitual y más tranquilizante.
Además, aclaró que aunque las yemas se destiñeron, esto no afectó el valor nutricional ni el sabor de los huevos, y se mantuvieron “inalterables los niveles proteicos del huevo, solo cambia la pigmentación de los ácidos grasos”.
https://youtu.be/9l4j_JHD2Mg?si=d0t_CHkODLICVyeq
