IZQUIERDA SALVADOREÑA SE QUEJA DEL RETIRO DE UN BUSTO DE ERNESTO “CHE” GUEVARA EN CHALCHUAPA
Izquierda salvadoreña se queja del retiro de un busto de Ernesto “Che” Guevara en Chalchuapa. La izquierda salvadoreña aliada al régimen comunista de Cuba se ha quejado del retiro de un busto de Ernesto Che Guevara en la ciudad de Chalchuapa, El Salvador. El alcalde Jorge Morán ordenó la eliminación del monumento, erigido en 2009 por el partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en homenaje al guerrillero comunista.
El FMLN emitió un comunicado en el que condenó la decisión de Morán, tildándola de “salvaje” y “típica del fascismo”. Además, acusaron al gobierno de Nayib Bukele de ser ultraderechista y repudiable. Hicieron un llamado a la militancia de izquierda en Latinoamérica y el mundo para unirse a la denuncia.
El Movimiento Salvadoreño de Solidaridad con Cuba, otro grupo de izquierda, también expresó su desaprobación y condenó el acto como un reflejo de odio e intolerancia.
Sin embargo, no todos comparten la visión positiva del Che Guevara. María Werlau, directora de la ONG Archivo Cuba, lo describe como un hombre “sin piedad” y “un sociópata”. En su libro “Las víctimas olvidadas del Che Guevara”, documenta crímenes vinculados a él, incluyendo alrededor de 100 ejecuciones y fusilamientos en la fortaleza de La Cabaña y en la Sierra Maestra. Muchas de estas víctimas eran acusadas solo de llevar uniformes del Ejército de Batista. Según Werlau, estos actos eran parte de un plan secreto entre la KGB y Fidel Castro para crear terror mediante encarcelamientos y fusilamientos masivos.
Nicolás Márquez, escritor argentino, en su biografía del Che Guevara llamada “La máquina de matar”, contabiliza aún más víctimas, incluyendo unos 216 asesinatos en un lapso de tres años en la Sierra Maestra, Santa Clara y La Cabaña, así como alrededor de 1.500 personas fusiladas en La Cabaña por orden de Guevara. Por esta razón, se le conoce como “el carnicero de La Cabaña”.
La retirada del busto del Che Guevara en Chalchuapa refleja la división de opiniones sobre su figura en América Latina y en el mundo. Mientras algunos lo ven como un símbolo de lucha y resistencia, otros lo critican por su participación en actos violentos y represión durante la Revolución Cubana. Esta controversia perdura y sigue generando debates en la actualidad
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