MENSAJE DE NAVIDAD DE LA CONFERENCIA DE OBISPOS CATÓLICOS DE CUBA
Mensaje de Navidad de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba: “Se sigue echando de menos en el hogar y en la comunidad cristiana a los presos”. La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba emitió un Mensaje de Navidad en el que lamentó las precarias condiciones políticas, sociales y económicas que sufre la gran mayoría del pueblo cubano, marcado por la carestía alimentaria, la represión de la libertad de expresión y la violencia, y subrayó que “se sigue echando de menos en el hogar y en la comunidad cristiana a los presos”.
Las autoridades católicas declararon a propósito de todo esto que “el pueblo cubano siente con frecuencia que transita en medio de la noche” y que en “el corazón y en los rostros de tantos hermanos nuestros hay confusión, tristeza y desesperanza”, pues lucen las cicatrices de un año en el que empeoraron todos los indicadores negativos posibles del país, dada la mala gestión del régimen, solo concentrado en mantenerse en el poder y silenciar las voces disidentes.
“Estamos terminando un año muy difícil, porque la situación respecto a la alimentación, los medicamentos y los servicios en general es dramática”, detalla el texto compartido en las redes sociales. “La emigración creciente de niños, jóvenes, familias enteras, obreros y profesionales se añade al sufrimiento por las carencias materiales, el dolor de la separación, y va dejando a muchos adultos mayores en la soledad y el desamparo. Los salarios de la mayoría no alcanzan para nutrirse adecuadamente, sin pensar en otras necesidades que los seres humanos tenemos para vivir con dignidad”.
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El mensaje navideño de los obispos cubanos, siempre muy críticos respecto al gobierno de Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel es todo un inventario de los principales problemas que ahogan a la nación. “La economía no acaba de despuntar como se preveía, y la posibilidad de enriquecernos con las legítimas opiniones y pensamientos plurales, no se reconoce y valora suficientemente”, subrayan, alertando sobre lo imprescindible de la participación social activa en los destinos del país.
En medio de las tinieblas que no dejan brillar bien al sol sobre Cuba, los obispos no cesan en aspirar a un futuro más claro y próspero, y desean que “Dios conceda alegría, paz, sosiego y esperanza a su pueblo. Sin estos sentimientos en el corazón, el ser humano pierde el entusiasmo por la vida, la capacidad de emprender iniciativas y de movilizarse para realizarlas. Tenemos que crear entre todos, con responsabilidad y empeño, las posibilidades reales para que el pueblo cubano que es alegre, creativo, emprendedor desarrolle todas sus potencialidades. Y podamos encontrar en la Patria los ámbitos y la libertad para desarrollar los proyectos de vida personales, familiares y comunitarios”, añadieron.
