SEGURIDAD DEL ESTADO CUBANA IMPIDE A PERIODISTA INDEPENDIENTE QUE ENTREGUE MEDICAMENTOS A NIÑOS DIABÉTICOS EN CAMAGÜEY
Seguridad del Estado cubana impide a periodista independiente que entregue medicamentos a niños diabéticos en Camagüey. Agentes de la Seguridad del Estado cubana impidieron que el periodista independiente José Luis Estrada Tan entregara medicamentos a niños ingresados en el Hospital Pediátrico de Camagüey y donaciones a una niña pobre, llamada Daimarelis, en el municipio de Najasa, en las que había colaborado el humorista Andy Vázquez. Según refirió el profesional en sus redes sociales cuando fue finalmente liberado, los represores le dijeron que él no era el “Padre Las Casas” para ayudar a nadie y que para eso estaban el gobierno y el Partido Comunista único.
Estrada Tan detalla que “cuando doblaba la esquina de mi casa fui detenido por represores de la Seguridad del Estado, el mayor Cristian y el Capitán Marcelo. A Marcelo es la primera vez que lo veo”, y de inmediato procedieron a quitarle el teléfono celular y la mochila, en la que llevaba medicamentos, principalmente insulina, y donaciones para niños del hospital Pediátrico”.
Fue conducido a la fuerza a Villa María Luisa, sede de los órganos represivos del castrismo en la provincia y allí fue interrogado por Cristian, Marcelo y Rafael, quien se les unió en el lugar, que describió como “cuarto grande, lleno de churre”. Ahí lo amenazaron por “ayudar a las personas” y lo acusaron de “contrarrevolucionario” por portar donaciones de otros contrarrevolucionarios sin tener “personalidad jurídica” ni trabajar “en ninguna organización legal”.
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Los esbirros le refrendaron que “no iban a aceptar ni permitir nada del enemigo”. Es decir, que se mueran los niños de diabetes, que siga pobre Daimarelis, antes que aceptar ayuda de opositores. Sin mostrarle nada, le indicaron que poseían pruebas de que “esas ayudas son de la contrarrevolución y el Ministerio del Interior no dejará que personas como tú desprestigien al país”.
Estrada Tan se negó a firmar una carta de advertencia “por traer medicamentos de forma ilegal” que le pusieron delante y les replicó que el gobierno y el Partido eran los causantes de todos los males que sufría el país. Los agentes no cesaron sus amenazas y le dijeron que estaban “engordando” un expediente con sus publicaciones “y que podía caer en un delito, porque yo no era un periodista de profesión, solo graduado y no trabajaba para un medio estatal sino, para uno mercenario”, refiriéndose a CubaNet.
Al final del interrogatorio, Cristian le dijo en tono de burla: “ahora haznos famosos”, lo que confirma que estos órganos represivos castristas tratan de que jueguen a su favor los testimonios de sus víctimas para atemorizar a otros de manera indirecta.
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