HOTEL RANCHO “EL TESORO” DE LA ISLA DE JUVENTUD INICIA PROGRAMA DE CRÍA DE CLARIAS
Hotel Rancho “El Tesoro” de la isla de juventud inicia programa de cría de clarias. El Hotel Rancho “El Tesoro”, ubicado en la Isla de la Juventud, ha iniciado un programa de acuicultura familiar criando clarias en una antigua cisterna, como parte de un proyecto más amplio que la dictadura cubana busca extender a centros de trabajo y patios privados.
Este proyecto, asesorado por la unidad empresarial de base local ACUISLA, busca promover el cultivo semintensivo de peces, comenzando con la siembra de alevines en lugares adecuados.
A pesar de ser un hotel de una sola estrella dirigido principalmente a mochileros, el Hotel Rancho El Tesoro se ha convertido en el primer centro de trabajo en la isla en criar clarias.
La administradora del hotel, Meily Mestre Oropesa, explica que la decisión de reutilizar la antigua cisterna para el cultivo de peces busca satisfacer la demanda local de pescado producido de forma sostenible.
El proyecto inicialmente ha sembrado 400 clarias de 400 gramos cada una, y se llevará a cabo un monitoreo para determinar el tiempo y el costo de producción antes de que estén listas para su consumo.
El director de ACUISLA, Gleris Garcés Guerra, destaca la importancia de llevar la acuicultura familiar a todos los lugares y estudiar alternativas para la alimentación de las clarias, que se adaptan bien a estanques cerrados y oscuros.
En años anteriores, los pescadores de la Isla de la Juventud criaron clarias con pienso industrial, pero el encarecimiento de este producto y la falta de capital han llevado a buscar soluciones alternativas como la acuicultura extensiva y familiar.
Garcés enfatiza que su empresa puede proporcionar asesoramiento a cualquier acuario particular que cumpla con las condiciones mínimas para la cría de peces de agua dulce, con un enfoque multidisciplinario que considera los componentes del agua.
El reporte de Islavisión señala que la cría extensiva es actualmente la única forma de producir pescado en la isla, y el régimen cubano ha propuesto la acuicultura familiar como una solución a la crisis de la industria pesquera, siguiendo el éxito experimentado durante el Periodo Especial en la década de 1990.
Sin embargo, la excusa oficial para la escasez de pescado ha sido culpar al mar, a pesar de que la dictadura continúa exportando camarón rosado capturado en el mar Caribe.
Esta contradicción ha generado críticas sobre la gestión de los recursos pesqueros y la necesidad de buscar soluciones más sostenibles a nivel local.
