¡LA JUVENTUD ESTÁ PERDIDA! NADIE QUIERE MILITAR EN LA UJC
¡La Juventud está perdida! Nadie quiere militar en la UJC. Finalizó hace poco un congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), el número XII, al parecer. Pero eso a nadie le importa. Apenas algunos se rieron de su ridículo slogan: “Construye tu felicidad”. Ninguna otra huella dejó el eventico de los jóvenes fingidamente comunistas para poder escalar por las maltrechas escaleras del poder en Cuba. Hasta donde la dictadura les permita, para luego expulsarlos con las espaldas llenas de culpas.
En Cuba los noticieros, los periódicos y demás medios oficialistas son verdaderas galerías de reuniones, asambleas, eventos, congresos de todo tipo, menos los que busquen en realidad solucionar la insondable crisis en que se ahoga la nación. El mundo de las reuniones es un verdadero universo paralelo en el que todos saltan para no ser yanquis, se quedan sin garganta y sin identidad desgañitándose con los gritos de Yo soy Fidel.
Ya a nadie le importa quién es la Secretaria o el Secretario de esa organización. Salió una y entró otra, eso parece. Igualmente nula, olvidable. La nueva, cuyo nombre no merece gastarle una neurona a nadie, declaró triunfalmente que en la UJC —U Jota Cé, en los “románticos” tiempos de Roberto Robaina— existe “una continuidad segura, una determinación que asusta al adversario y fortalece a la generación más nueva”.
Pero las matemáticas demuestran otra cosa. O sea, la realidad. No en el mundo iluso donde viven esos cuadritos emergentes. El medio independiente El Toque, ese cuyos números incomodan tanto al castrismo cuando se trata de promediar la tasa cambiaria de las divisas en Cuba cada día, sacó otra cuenta sencilla, que revela el “faltante” de 194 000 miembros que existe en las nóminas militantes de la UJC.
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En 2007, el periódico Juventud Rebelde, órgano oficial de la organización, clamaba a los cuatro vientos que se había alcanzado “la cifra más alta de militantes”, unos 609 000 miembros con sus carnecitos rojos. Los propios voceros “ujotaceísticos” registraron en 2024 unos 415 000 miembros. Una rápida resta da como resultado el faltante de 194 000 jóvenes comunistas menos. El cuaguairán se va quedando sin raíces.
El Toque publica una gráfica en la que se aprecian las fluctuaciones de la joven militancia Castro-comunista entre 2006 y el presente año. En 2017 hubo muchos menos que ahora, incluso: alrededor de 300 000. En 2020 se “estabilizó” en unos 400 000, pero durante los años de Pandemia, muy pocos quisieron obtener el carné rojo. El crecimiento es casi despreciable.
¿Las razones? Puede usted escoger: inflación, hambre, desesperanza, represión, estupidez gubernamental, poco interés en formar parte de la “cúpula” del régimen, mejores perspectivas en el extranjero, los volcanes, el Darién.
