NIÑOS SIN LECHE Y MADRES DESESPERADAS, REALIDADES DEL HAMBRE EN CUBA.

Niños sin leche y madres desesperadas, realidades del hambre en Cuba. Cristal tiene 3 años, y llora sin consuelo hasta dormirse en las noches porque quiere su acostumbrado biberón de leche. Su mamá no sabe que hacer, los refrescos de sobrecitos que le compra no complacen a la niña. La madre impotente piensa en el único lugar que tiene en venta el lácteo, y solo de pensar en los 2100 pesos que cuesta el kilogramo de leche amarilla en las mipymes, sus ojos se humedecen de impotencia. La niña pasará otra noche llorando, la leche de la mipyme no entra en el presupuesto de mamá.

Las madres cubanas no se resignan a la debacle alimentaria del régimen que ya no garantiza ni los alimentos de los infantes. El yogurt y las compotas hace meses que desaparecieron de la canasta básica, solo la leche mantenía una estabilidad precaria hasta que se perdió en el segundo semestre del 2023.

“Estaban dando leche en polvo de 2 días en diciembre”, dice Alina que ayuda a su hija con su nieto de 1 año, “pero no llega a tiempo para los otros 2 días. Se van retrasando, ¿qué son 2 o 3 días de leche para un niño sin otra cosa que darle?”.

En agosto de 2023 el director de la empresa de Productos Lácteos de Santiago de Cuba, Eduardo Griñán declaró a la Agencia Cubana de Noticias “que por el alto costo de la leche en el mercado internacional, 5000 dólares por tonelada, dentro de las alternativas está la distribución de leche de vaca dos veces por semana”. Esta distribución era para los municipios y la ciudad de Santiago. Seis meses después, la cruda realidad es que la leche de las vacas de la provincia nunca llegó a las bodegas de la ciudad de Santiago.

“¡¿Leche de vaca?!”, exclama Alina con incredulidad, “¿tú estás loca?”, “Mira primero hay que ver si hay vacas, porque debe haber muy pocas. Yo no sé en los municipios, pero aquí en la ciudad de Santiago, a los ninños les están dando leche en polvo de la blanca, la de los diabéticos, y de poquito, en poquito. Mira lo que llegó esta semana, dieron 3 días, ahí quedan como 2 porque ya hice un litro”.

Alargar la leche de 3 días hasta donde se pueda es su prioridad. “Yo estoy haciendo la leche con crema de arroz, y le damos solo 2 veces al día, pero no alcanza. La vecina de enfrente me llamó para pedirme una cucharada para su niño de 3 años, y le dije que estaba igual que ella. Le oré al señor, y la otra abuela consiguió un yogurt. Y así estamos porque cada día las cosas se nos ponen más difíciles para el cubano de a pie que no puede comprar la leche de las mipymes”.

El lácteo desapareció hasta de los círculos infantiles donde se había convertido en el alimento principal a falta de cárnicos, jugos y vegetales.

“Les daban leche de merienda en el círculo por la mañana y por la tarde, ahora ya ni merienda hay”, dice Katia que tiene un niño de 2 años. “Mucho blablablá de que están garantizadas la leche, el arroz, pero mientras lleguen los barcos, lo único garantizado es el hambre. Y duele ver a un niño llorando por leche y que no puedas darle ni agua de azúcar”.

El miércoles 17 de enero se anunció en las emisoras radiales de la ciudad de Santiago que había llegado la leche, y ya se estaba distribuyendo.

 “Llegaron 3 días de leche en polvo blanca, de diabético”, confirma Alina, “esos 3 días corresponden al 10, 11 y 12 de enero, y ya estamos a 19, nos deben 6 días, y no se sabe cuando viene la próxima vez. Nos toca alargar, inventar, porque la de las Mipymes, que sí es leche amarilla, no podemos comprarla. No sé hasta cuando va a durar esto, pero este gobierno nos está matando de hambre”.