“PERDÓN, ALEXÉI”: LOS RUSOS LAMENTAN EL ASESINATO DEL OPOSITOR ALEXÉI NAVALNI CON PEREGRINACIONES PACÍFICAS
“Perdón, Alexéi”: los rusos lamentan el asesinato del opositor Alexéi Navalni con peregrinaciones pacíficas. “Perdón, Alexéi”, es una de las consignas opositoras más repetidas en estos días en Rusia por lo numerosos ciudadanos de ese país que lamentan la repentina y muy conveniente (para Vladímir Putin) muerte del abogado y político Alexéin Navalni ocurrido el pasado viernes 16 de febrero en la prisión IK-3 de la localidad de Jarp, en el distrito autónomo de Yamalia-Nenetsia, donde cumplía una pena de 19 años de prisión por oponerse al dictatorial régimen que decide las suertes de su país desde inicios de siglo.
Desafiando las órdenes de la policía, se cuentan por miles los rusos que en unas 140 ciudades del país peregrinan pacíficamente hasta los monumentos en memoria de las víctimas de la represión política, para depositar flores, carteles y velas. En el Muro del Dolor de Moscú ha sido uno de los principales puntos de reunión de la ciudadanía para homenajear la vida y llorar la muerte de Navalni, la mayor esperanza democrática contra el nuevo “zar” que resucitó el totalitarismo en Rusia.
Aunque las fuerzas represivas de Putin intentaron impedir estas manifestaciones, sobre todo en Moscú y San Petersburgo, con la detención de varios cientos de ciudadanos por portar pancartas contra el gobierno o por “desobediencia a la autoridad”. Cualquier semejanza con el régimen castrista no es pura coincidencia. El medio OVD-Info reporta estas acciones represivas en 140 ciudades desde el territorio europeo de Rusias hasta Siberia.
Muchos de los peregrinos consideran la muerte de Navalni un poco disimulado asesinato ordenado por Putin, quien sella los destinos de sus enemigos y aliados incómodos con la muerte, en un estilo abiertamente mafioso. Tales han sido los casos previos del también opositor Boris Nemtsov, quien cayó víctima de las balas en febrero de 2015 mientras paseaba con su pareja por un puente frente a las murallas del mismísimo Kremlin, para más evidencia.
En agosto de 2023, Yevgueni Prigozhin, conocido como “el chef de Putin”, murió tras el estrellamiento de su avión privado, en el que volaba junto a sus colaboradores más cercanos. Otra “casualidad” afortunada que eliminaba de un manotazo la amenaza de este aliado, jefe del grupo Wagner de mercenarios, muy importante en la invasión a Ucrania. Osó desafiar a Putin para reclamar mejor abastecimiento para sus tropas, y pagó con su vida.
