SAMUEL PUPO, PRESO POLÍTICO, RECIBE CARTA DE SU HIJO HUGO.
Samuel Pupo, preso político, recibe carta de su hijo Hugo, “Sueño que llegas a casa y me abrazas y me siento tan feliz, pero despierto y no estás” le dice. El adolescente Hugo Dieter Pupo Santana es el hijo de Samuel Pupo Martínez, que fuera condenado a tres años de cárcel por manifestarse contra el régimen de Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel el 11 de julio de 2021 en la ciudad de Cárdenas, en Matanzas. Durante el tiempo en que su padre ha estado encarcelado, el joven le ha escrito varias cartas, en las que le reitera cuánto lo extraña y sueña con su regreso al hogar.
En su más reciente misiva, Hugo lamenta que Samuel no pueda estar en casa para celebrar sus quince años, el próximo 15 de febrero de 2024, pues aún le restan 6 meses, y le promete que “lo celebraremos cuándo salgas y no nos separaremos jamás”, según se lee en la foto de la página manuscrita que publicó en su perfil de Facebook Yuneisy Santana González, su mamá y la esposa de Samuel. La mujer llama a su hijo “nuestro guerrero triste”.
“Cuento los días para que salgas, te extraño mucho”, le comenta Hugo a su padre. “Todos preguntan por ti y dicen que 6 meses no es nada, claro, ellos no han visto lo triste y flaco que estás, ni cómo son tus días en ése infierno de lugar, no sé pero para mí es una eternidad. Sueño que llegas a casa y me abrazas y me siento tan feliz, pero despierto y no estás”, escribe.
“Quisiera hablar contigo cosas de hombre cómo lo hacíamos antes, con mamá no puedo, tengo muchas preguntas. Sigo pidiéndole a Dios todas las noches que te cuide mucho y pronto estés en casa conmigo y con mamá”, concluye la carta de Hugo, quien además le anuncia a su padre que comenzó a cursar el noveno grado de escolaridad.
El adolescente recibe las clases en un aula en la que “todavía no hay pizarra” por lo que “me demoro mucho copiando, faltan muchos maestros de asignaturas y casi no dieron libros de texto. Esto cada día está peor”, detalla. En recientes publicaciones, Yuneisy Santana denunció las terribles condiciones en que se halla la escuela secundaria básica Fermín Valdés Domínguez, en la que matriculó su hijo, formando parte del grupo 9no. 4, de 36 estudiantes.
La cubana, maestra de profesión con 21 años de experiencia, alertó sobre la falta de pizarra y comentó que “los maestros dictaban y los estudiantes a copiar, y los distraídos, retrasados o menos aventajados ya ustedes saben” y se añadió que “la directora del centro dijo que en unos días habrá una, pero por experiencia propia sé que aquí todo es eterno”.
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