TRIBUNAL DE LA DICTADURA DECLARA CULPABLE Y DESOBEDIENTE A LA INTELECTUAL ALINA BÁRBARA HERNÁNDEZ LÓPEZ
Tribunal de la dictadura declara culpable y desobediente a la intelectual Alina Bárbara Hernández López. La historiadora, ensayista, profesora y editora cubana Alina Bárbara López Hernández fue declarada culpable del delito de “desobediencia” al finalizar el juicio que el régimen le celebró ayer en el Tribunal Municipal de Matanzas, según informó la propia acusada en su perfil de Facebook, y aseguró que apelará a la “instancia provincial”.
Sin dar más detalles de la vista, López Hernández denunció varios atropellos cometidos por la Seguridad del Estado y la Policía contra varios ciudadanos que intentaron asistir al juicio: Jorge Fernández Era, Mario Gines Gonzalez Reyes Cepero, Ilonka Amuchastegui y una cuarta perona que no pudo identificar y que al entrar en la sala del juzgado “fue inmediatamente sacado de allí, evidentemente no era parte del ʽpúblicoʼ admitido, conformado por unas 10 personas”, detalló en su post.
Fernández Era, que viajó de La Habana hasta Matanzas para acompañar a la intelectual, “fue detenido en la antigua Plaza del mercado por el carro patrulla 262 y dos oficiales uniformados, uno de ellos identificado con el número 14283 cuando nos dirigíamos al tribunal, se nos dijo que lo llevaban para la estación de la Playa, ahora su esposa nos informa que lo llevaron para su domicilio en La Habana donde está vigilado”.
Reyes Cepero y Amuchastegui, luego de entregar sus teléfonos móviles al padre de las hijas de Alina, para intentar entrar en el tribunal, fueron detenidos por agentes represivos y conducidos a estaciones policiales. El primero publicó en su perfil de Facebook una detallada descripción de los que le sucedió durante la mañana y la tarde de ayer.
Reyes Cepero refiere que fue sacado del Tribunal Municipal por dos policías y luego flanqueado por tres agentes de civil que lo maltrataron físicamente sin provocaciones de su parte. Luego de pasar por varias estancias, fue interrogado en la tarde por dos agentes de la contrainteligencia, que “llegó a insultarme al decirme Traidor, a lo que le respondí en el mismo tono y con la misma fuerza que los Traidores eran ellos”, detalló el ciudadano. “Llegó también a acusarme de contrarrevolucionario a lo que le envié de vuelta que esa revolución los mismos que lo dirigían a él la habían destruido. La emprendieron contra Alina B. López Hernández, refiriéndose a ella como otra contrarrevolucionaria, les aclaré que ella tenía más dignidad que todos ellos. Al final y con el ánimo de abreviar, dicho oficial me amenazó con que si me veían nuevamente en Matanzas sería detenido, le argumenté que yo era Matancero de nacimiento y tenía casa en uno de sus pueblos por lo que tendría que visitar Matanzas y así lo haría”.
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